Hackear puede referirse a actividades que varían de bromas inofensivas hasta delitos extremadamente graves, como aquellos relacionados con la violación de seguridad informática. Para algunos, el término también se suele usar para asignar una cierta sofisticación a los usuarios avanzados de computadoras y a los que realizan algoritmos avanzados para resolver problemas. En su sentido más literal, hackear es la acción de modificar el código, el equipo o los datos de alguien más sin su permiso o conocimiento.

Esto hace referencia tanto a personas que conocen código como a los llamados “crackers”.

Los crackeadores son personas que acceden ilegalmente a la información de computadoras y servidores de redes de terceros. Suelen utilizar métodos como la ingeniería social, el phishing, la explotación de aplicaciones, la explotación de huecos de seguridad o la construcción de troyanos para obtener acceso a la red.

Estas personas generalmente usan estas técnicas para robar información o para causer daños.

Los hackers, por otro lado, suelen centrarse en el desarrollo creativo y en el mecanismo de la computadora. Esto a menudo incluye el desciframiento de código, la descubrir de errores y el modificar la computadora para desarrollar nuevas aplicaciones y herramientas. El hacking es comúnmente visto como positivo, como una forma de descubrir y utilizar nuevas funciones para la computadora y como una forma de resolver los problemas informáticos.

De todos modos, los crackeadores y los hackers tienen sus diferencias.

Estas diferencias se ven reflejadas en los estándares profesionales y en cómo se aplican las leyes relacionadas con la computadora. Por ejemplo, la mayoría de las personas asociadas con la ciberdelincuencia son crackeadores, mientras que los hackers buscan problemas más creativos e innovadores que los crackeadores. Un hacker encontraría vulnerabilidades en los sistemas y trabajaría para solucionarlas, mientras que un crackeador encontraría esas mismas vulnerabilidades para acceder a la información y hacerse con ella. En el ámbito de la seguridad informática, estas vulnerabilidades son habitualmente un punto de entrada al sistema y, por lo tanto, las personas encargadas de la seguridad informática trabajan para cerrar estas brechas.

Por ejemplo, algunas empresas consideran la contratación de personas con el fin de auditar el estado de la seguridad de sus computadoras. Estas personas son capaces de realizar tareas como el descubrimiento de vulnerabilidades y el desarrollo de programas para reparar esas vulnerabilidades, lo cual ayuda a mejorar la seguridad de la red.

La ley de protección de datos y otros tipos de leyes relacionadas prohíben a estas personas el desarrollo de herramientas para romper la seguridad informática. Estas leyes a veces también limitan las actividades consideradas como “hacking”, incluso con fines de mejora. En última instancia, hackear se refiere a la modificación de un sistema de computadoras, para obtener un resultado deseado. Estas actividades pueden ser desde simples cambios curiosos hasta cambios más complejos que impliquen tanto el desarrollo como la implementación de técnicas de desciframiento y la explotación de errores. Los resultados positivos de estas actividades pueden ser grandes beneficios para la organización, pero es importante tener en cuenta los límites de la ley respecto a la violación de la seguridad informática.

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