La halitosis es una afección que afecta a muchas personas en todo el mundo.
Se trata de una condición donde las personas emanan mal olor desde sus narices y bocas cuando hablan, besan o incluso respiran. El mal aliento, también conocido como halitosis, puede limitar la socialización y causar incertidumbre, ansiedad e incluso vergüenza.
La halitosis es un problema muy común y es una de las principales preocupaciones orales.
La causa del mal aliento suele ser múltiple, y las principales causas son la acumulación de bacterias en la lengua, la cavidad bucal y los dientes, problemas con la dentadura, la ingesta de alimentos con un contenido alto en azúcares, la deshidratación, la falta de higiene bucal y el estado de salud general.
Algunos problemas de salud como la diabetes también pueden contribuir al mal aliento.
Los tratamientos médicos incluyen el consumo de antibióticos, el empleo de la irrigación salina, la perfusión de líquidos a la nariz (rinoscopia) y una variedad de tratamientos basados en el uso de enjuagues bucales.
Esto incluye el cepillado diario; el uso de hilo dental; el uso de enjuagues bucales, como el enjuague con clorhexidina; el uso de una lengua especializada para limpiar la lengua; el recambio regular de la dentadura; el tratamiento de problemas de salud subyacentes, como la diabetes, y la dieta adecuada, esto significa limitar la ingesta de azúcares y alimentos grasos.
Con el fin de combatir la halitosis, los médicos también pueden recomendar el uso de enjuagues bucales con flúor, lo que ayudará a reducir la cantidad de bacterias dañinas en la boca.
La aplicación de respiradores nasales también puede ayudar a aliviar el mal aliento a través de la liberación de aire fresco. Se pueden utilizar también productos como pastas de dientes y enjuagues bucales que contengan ingredientes antibacterianos, como clorhexidina o flúor. Una buena higiene bucal, una alimentación adecuada y asegurarse de tratar problemas de salud subyacentes pueden ayudar a mejorar el aliento de una persona. También pueden beneficiarse del uso de enjuagues bucales con ingredientes antibacterianos, como flúor o clorhexidina, o de un dispositivo de respiración nasal para liberar aire fresco.