Heparina es una medicina anticoagulante fabricada a base de una glicosaminoglicano, también conocida como mucopolisacárido.
Se encuentra naturalmente en el cuerpo humano, y se usa en el tratamiento de coágulos sanguíneos, trombosis venosa profunda, y para prevenir la formación de coágulos algunas veces antes, durante y después de una operación o un procedimiento médico que compruebe el flujo sanguíneo, así como en procedimientos dentales, cardíacos, de los vasos sanguíneos y quirúrgicos.
Heaprina pertenece a una clase de medicamentos llamados anticoagulantes, que ayudan a reducir la capacidad de la sangre para coagularse. Los anticoagulantes ayudan a prevenir la formación de coágulos sanguíneos, lo cual puede ser útil para el tratamiento de ciertas enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Heaprina se comercializa en tres formas principales: como una solución inyectable administrada con una jeringa y aguja, una solución oral para uso oral, y una forma inhalada. La forma inyectable de heparina se puede recetar de forma intravenosa o subcutánea, dependiendo de la necesidad del paciente. La heparina se usa para tratar e prevenir el desarrollo de coágulos en los pacientes que tienen un riesgo de trombosis, tanto profunda como superficial. Por ejemplo, los pacientes que hayan sufrido una cirugía tienen un mayor riesgo de formar coágulos en el sitio de la incisión. Por esta razón, muchos pacientes reciben tratamiento con heparina alrededor de la cirugía para ayudar a prevenir la formación de coágulos. En algunos casos, se prescribe heparina cuando existe un riesgo de desarrollar una trombosis venosa profunda o un ataque cardíaco.
Esto ayuda a proteger al paciente al reducir la probabilidad de desarrollar coágulos sanguíneos.
También se usa heparina para prevenir la formación de coágulos en pacientes que reciben una diálisis, pacientes con una cierta enfermedad pulmonar, aquellos que tienen una cirugía orthopedic, o aquellos con alguna enfermedad de la sangre como la anemia falciforme.
La dosis de heparina depende del perfil médico, situación y cuadros clínicos particulares del paciente.
La dosis varia y puede ser una sola inyección, un régimen a base de efectos constantes o un régimen de inyecciones regulares. El régimen de inyecciones regulares puede involucrar terapia de continuidad llevada a cabo por el paciente mismo en forma de autoinyección, o inyecciones dadas por un profesional de la salud. Por ejemplo, la duración del tratamiento con heparina generalmente es más corta en situaciones en las que se está tratando un coágulo sanguíneo existente (generalmente una semana); mientras que, el tratamiento con heparina efectuado para prevenir incidentes trombóticos en los que el paciente no presenta aún una trombosis (al menos por lo general) puede durar más tiempo, aunque igualmente depende de los factores clínicos individuales.
Los efectos secundarios potenciales de heparina son, entre otros, dolor, sangrado, equimosis, hematomas, mareos, dolor de cabeza, acidez estomacal, diarrea, dolor en la cadera y en los huesos, y dolor en los musculos.
Si los síntomas persisten o empeoran, es importante consultar al médico para evaluar los posibles efectos secundarios. En general, los efectos de la heparina son buenos; sin embargo, siempre es recomendable que un paciente conozca a detalle los efectos y riesgos potenciales del uso de un medicamento antes de que comience el tratamiento.
Solo su médico puede juzgar los riesgos y beneficios involucrados en el uso de la heparina y decidir si el tratamiento es adecuado para su caso.