El hipertiroidismo es una afección causada por un exceso de la hormona tiroidea en la sangre, lo que hace que el cuerpo funcione a un ritmo acelerado. Esta condición puede ser ligera o grave y se presenta con diferentes síntomas, que pueden incluir aceleración del ritmo cardíaco, sentimiento de inquietud, sudoración excesiva, nerviosismo, pérdida de peso, temblor con el estrés, debilidad y fatiga.
El hipertiroidismo ocurre cuando la glándula tiroides, un órgano ubicado en la parte delantera del cuello, produce o libera hormona tiroidea en cantidades excesivas. Esta glándula produce varias hormonas —triyodotironina o T3 y tiroxina o T4— que controlan el metabolismo y los procesos del cuerpo, incluyendo el uso de energía, digestión, desarrollo de los huesos y músculos y reacciones cerebrales.
Cuando el nivel de hormone tiroidea es excesivo, el cuerpo usa de más energía y entra en síndrome de overdrive. El exceso de hormona causa que el cuerpo sea más sensible a los estimulos y se aceleren sus actividades, incluyendo el ritmo cardíaco, la respiración, la digestión y el sistema nervioso.
Estas reacciones ensupen la energía del cuerpo y pueden interferir con su capacidad de realizar ciertas actividades normales.
El hipertiroidismo se trata con medicamentos, cirugía y un tratamiento de terapia con radiación.
Se debe decidir que tratamiento es el mejor con base en la edad, el estado general de salud, la gravedad de los síntomas y otros factores. El tratamiento más común para el hipertiroidismo es el consumo diario de medicamentos con yoduros de propileno para reducir la producción de la hormona tiroidea.
Muchos pacientes con hipertiroidismo experimentan una remisión completa si son tratados con éxito.
Sin embargo, para los que siguen sintiendo síntomas, la condición generalmente es crónica y requiere un seguimiento a largo plazo para controlar los niveles de hormona tiroidea en la sangre. Las complicaciones del hipertiroidismo, si no es controlado, pueden incluir daño a varios órganos, insuficiencia cardíaca congestiva, inflamación de la tiroides (tiroiditis) e infertilidad. Además, el exceso de hormona tiroidea acelera el metabolismo y puede causar deshidratación, calambres musculares y convulsiones. Por lo tanto, es importante recibir una evaluación médica y seguir un tratamiento de hipertiroidismo adecuado para estabilizar los niveles hormonales. Una vez que los niveles de hormona tiroidea estén estables y el paciente experimente una mejoría significativa en los síntomas, es posible que pueda regresar a una vida normal.