Una hipoteca es un préstamo hipotecario que un individuo o entidad solicita a una entidad financiera, normalmente un banco, a cambio de dinero para adquirir una propiedad.
El prestamista, a cambio, ofrece una hipoteca a largo plazo a cambio de una tasa de interés y una cuota de acuerdo a los términos acordados en la escritura de hipoteca.
Las hipotecas se usan ampliamente en muchos países a lo largo de los años, y se han convertido en uno de los principales instrumentos de financiación de viviendas. En los Estados Unidos, se estima que el 70 por ciento de la vivienda existente está financiada con hipotecas.
Esto significa que el préstamo se pagará en un plazo específico y a una tasa de interés preestablecida. El plazo puede extenderse más allá del período de la hipoteca original para ayudar al deudor a pagar el préstamo. Cuando una persona solicita una hipoteca, el prestamista determina la cantidad de dinero que el solicitante está autorizado a pedir. Esta cantidad se determina teniendo en cuenta el valor de la propiedad, la capacidad de pago del solicitante, el historial de crédito y el ingreso predeterminado. La cantidad de la hipoteca se determina basándose en el valor de límite de compra aceptable para el banco. La cantidad de la hipoteca según este método es generalmente el 80 por ciento del valor de la propiedad. Un prestatario de hipoteca a menudo enfrentará una serie de gastos asociados con la hipoteca, como seguro de préstamo hipotecario, impuestos de bienes raíces y gastos de cierre. Estos costos se pueden incluir en la hipoteca, con el fin de reducir la cantidad de dinero que el solicitante necesita para obtener el préstamo.
Esto incluye firmar una escritura hipotecaria que firma los derechos leyes, la estipulación de tasas de interés, la cantidad de la hipoteca y otros términos. Cada vez que el prestatario de la hipoteca hace un pago, parte del dinero va dirigido a pagar la tasa de interés del préstamo, mientras que el resto se destina al abono del préstamo.
Si el solicitante falla en realizar los pagos oportunos, el banco puede embargar la propiedad para recuperar el préstamo. Existen muchos tipos diferentes de hipotecas disponibles, algunas de las cuales son más favorables para los prestatarios que otras. Estos incluyen hipotecas tradicionales, hipotecas a tasa fija, hipotecas de tasa ajustable, hipotecas a plazos más largos y hipotecas revocables. La clave para obtener un buen préstamo de hipoteca es hacer comparaciones entre préstamos y encontrar el mejor para satisfacer sus necesidades. Es importante tener en cuenta que la hipoteca es un compromiso a largo plazo y que los pagos deben realizarse puntualmente cada mes para mantenerlo vigente. Si no se realizan los pagos o se hacen en forma inadecuada, el prestamista puede abogar por el embargo de la propiedad con el fin de recuperar el préstamo. Por lo tanto, se deben tomar en serio los pagos de hipoteca para evitar los problemas financieros que pueden resultar de no hacer pagos puntuales.
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