Influenza es una enfermedad infectocontagiosa altamente transmisible, también conocida como la influenza o la gripe.
La influenza es responsable de una amplia variedad de síntomas, que van desde una leve incomodidad a un peligro de vida, y afecta a personas de todas las edades. La mayoría de los casos de influenza son causados por la infección con tres virus diferentes, los virus Influenza A, B y C, y a veces también con virus similares al influenza llamados virus parainfluenza.
Los síntomas de la influenza incluyen fiebre de corta duración, escalofríos, dolores musculares, dolor de cabeza, fatiga y congestión nasal. Si la infección se complica, también pueden presentarse otros síntomas como tos, bronquitis, neumonía y una aumento en la secreción pulmonar.
Para reducir la posibilidad de contraer la influenza, se recomienda una vacuna cada año.
Esta vacuna puede ser administrada a cualquier persona de 6 meses de edad, aunque se aconseja especialmente a las personas de alto riesgo, como los ancianos, las personas con enfermedades crónicas, aquellas con sistema inmune debilitado y los niños.
Además, se aconseja a las personas tomar algunas medidas para reducir su exposición a los virus, como asegurarse de lavarse las manos con frecuencia, mantenerse alejado de personas enfermas, y cubrirse la boca al toser o estornudar.
A pesar de su alta transmisibilidad, la influenza tiende a ser una enfermedad temporal.
Estas medicinas tienen efectos similares a los antibióticos, abaratando el tiempo de recuperación y reduciendo las complicaciones. Si bien la influenza puede ser una enfermedad molesta, los efectos más graves están asociados con la complicación de esta. El riesgo de complicación de la infección por el virus influenza se relaciona en gran medida con el nivel de inmunidad de una persona, especialmente en los ancianos, en los niños y en las personas con problemas de salud crónicos.
En general, se aconseja tomar precauciones para prevenir la influenza, como evitar el contacto cercano con personas que estén enfermas, lavarse las manos con frecuencia y recibir la vacuna anual contra la influenza.
Al mismo tiempo, es importante saber cómo reconocer los síntomas y tomar medidas rápidas para tratar la enfermedad si se contrae.