El jet lag (en inglés) es un síndrome de desajuste horario causado por viajes a través de diferentes husos horarios. El término jet lag se deriva de la palabra inglesa jet-stream, lo que significa corriente de aire, y se refiere a los largos viajes en avión. El jet lag se caracteriza por una debilidad general, cansancio excesivo, somnolencia, trastornos del sueño, sensación de sueño interrumpido, dolores de cabeza, náuseas, diarrea e incluso problemas de memoria y concentración.
Estos síntomas pueden ser causados por un desajuste de los ciclos biologicos naturales como el ciclo de vigilia-sueño, la circadianidad, los ciclos de temperatura, la ingestión de alimento y los ritmos menstruales.
La gente que viaja a través de diferentes husos horarios se ve afectada por el jet lag. Esto significa que el clima, horario y fuso horario del destino pueden influir en la intensidad y la duración del síndrome. Por ejemplo, el viaje transcontinental ocasiona un desfase de alrededor de tres horas y los viajes a larga distancia, como los vuelos Intercontinentales, pueden requerir desajustes de alrededor de 10 horas.
Esta desincronización conduce a un jet lag que puede durar desde varias horas hasta varios días. Dependiendo de la distancia recorrida y del número de husos horarios cambiados; el jet lag puede ser más intenso. A menudo, la intensidad y duración del jet lag dependen del ritmo individual de sueño y vigilia. Además de la desincronización biológica, el jet lag también puede ocasionar estrés emocional debido a la falta de adaptación al nuevo entorno.
Hay evidencia de que estos factores psicológicos contribuyen al jet lag.
Estos pueden incluir sentimientos de ansiedad, estrés, depresión e incluso el deterioro de la memoria.
A menudo, estas emociones se desencadenan durante el vuelo, lo que puede contribuir al jet lag sintomático.
Existen varias maneras de lidiar con el jet lag.
Una de las principales formas de reducir los síntomas es lograr una adaptación gradual antes del viaje, a través de la exposición a la luz en horas específicas. Se recomienda cambiar el horario de sueño de acuerdo con el horario del destino, dos o tres días antes del viaje. Esto ayuda a reducir la desincronización entre el ciclo horario del sueño natural y el horario del destino. Evite el estrés mental y emocional, y trate de desarrollar actividades relajantes para ayudar a prevenir los síntomas del jet lag. Se recomiendan también algunos remedios naturales como el ejercicio, una nutrición adecuada y una dieta baja en cafeína, cítricos y alcohol. Además, se recomienda descansar lo suficiente durante el vuelo para ayudar al organismo a adaptarse al nuevo horario. El jet lag puede ser un trastorno difícil de sobrellevar, especialmente para las personas que viajan frecuentemente entre diferentes husos horarios. Estos consejos pueden ayudar a mantener un ritmo natural del ciclo horario del sueño y de vigilia, lo que ayuda a aliviar los síntomas del jet lag. Además, siempre es bueno recordar que los viajes a diferentes husos horarios son una experiencia maravillosa y que el jet lag es una parte temporal e inevitable de los viajes.