La afasia es una disfunción del lenguaje que ocurre después de un daño cerebral, generalmente debido a un derrame, un trauma o una enfermedad neurológica.
La persona con afasia experimenta problemas con su capacidad para hablar, escuchar, leer y escribir.
La afasia se categoriza principalmente de acuerdo con la naturaleza del lenguaje afectado y la cantidad de lenguaje que una persona puede producir.
Los tipos principales de afasia son la afasia expresiva, receptiva, mixta y global.
La afasia expresiva, también conocida como disfemia, afecta a la capacidad de la persona para comunicar pensamientos y emociones a través del lenguaje.
Los afectados encuentran dificultad para expresarse con palabras, frases o hablar de forma fluida.
El habla puede ser entrecortada, a veces entendible, y pueden tener problemas para encontrar la palabra correcta o recordar cómo usar una palabra correctamente. La afasia receptiva afecta a la capacidad de la persona para entender el lenguaje hablado y escrito. Las personas con esta afección pueden tener dificultad para entender las palabras, las frases y las oraciones complejas. Pueden tener dificultad para entender el significado de las palabras, relacionar una imagen con una palabra y detectar el humor o el tono de voz. La afasia mixta es una combinación de los dos anteriores, con problemas tanto para entender el lenguaje hablado como para producirlo. Con respecto a los tratamientos, existen tres principales disciplinas para ayudar a las personas con afasia: la estimulación del lenguaje, la reemplazación del lenguaje y la restauración del lenguaje. La estimulación del lenguaje consiste en ejercicios diseñados para reabilitar la capacidad del cerebro para usar el lenguaje. Esta técnica se centra en proporcionar al cerebro actividades verbales tales como seguir instrucciones verbales, leer y escribir frases, crear diálogos y elegir la palabra correcta. La terapia de reemplazo del lenguaje ofrece al cerebro alternativas al lenguaje hablado, como el lenguaje de señas, los dibujos y el lenguaje escrito. Esta técnica pretende otorgar al cerebro la información que necesita para comprender y producir lenguaje en diferentes formas. Por último, la terapia de restauración del lenguaje se enfoca en mejorar el lenguaje hablado y escrito basado en técnicas cognitivas tales como ensayos, juegos y relajación. La terapia de restauración también se enfoca en mejorar la memoria, la lectura y la comprensión sin usar lenguaje y en la capacidad de producir lenguaje limpio. Los últimos estudios sugieren que hay opciones de tratamiento disponibles para ayudar a las personas con afasia a recuperar la función del lenguaje. Una terapia adecuada puede ayudar a reducir los efectos de la pérdida del lenguaje y mejorar la calidad de vida de los afectados.