La alimentación es el proceso mediante el cual los seres vivos obtienen alimentos y nutrimientos para el desarrollo de su organismo. Las necesidades alimenticias son muy variadas dependiendo del tipo de organismo, pero también se establecen patrones generales.
Estos patrones están relacionados con la edad, el sexo, la situación de salud, entre otros.
La alimentación es un proceso globalmente complejo, desde su recolección, hasta su preparación, pasando por su conservación y adecuada ingesta. La alimentación en mamíferos y aves, se realiza mediante el uso de la boca, donde los alimentos son masticados y mezclados con saliva que actúa como lubricante, favorciendo la digestión que corresponde a los órganos del sistema digestivo que son responsables de procesar los alimentos ingeridos.
Los alimentos son fuentes diversas de energía que aseguran al organismo la cantidad energética necesaria para el correcto funcionamiento y desarrollo de sus actividades.
Igualmente satisfacen también otras necesidades como las proteínicas, grasas y vitaminas, entre otros nutrientes.
Los organismos obtienen la energía a través de la glucosa proveniente de los alimentos ingeridos, de los lípidos y de los ácidos grasos. Los nutrientes son componentes esenciales del alimento que contienen los materiales necesarios tanto para la construcción y reparación de los tejidos, como para los procesos metabólicos y catabólicos. Por lo tanto, la cantidad, calidad y equilibrio de los componentes que componen una dieta específica son fundamentales para el correcto desarrollo y mantenimiento de los seres vivos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una clasificación de los alimentos en dos grandes grupos en función de la fuente energética que proporcionan: los alimentos de origen vegetal, como carbohidratos (cereales, legumbres, arroz, etc.
), oleaginosas (almendras, avellanas, etc.
), semillas, frutas y verduras y los alimentos de origen animal, como huevos, lácteos, carne y pescado. Es muy importante llevar una alimentación equilibrada, sabiendo la cantidad de nutrientes necesarios para el organismo cada día. Lo mejor para lograr esto, es consultar con un nutricionista experta que nos aconseje acerca de lo que comemos. El nutricionista estudia en detalle la alimentación que lleva el paciente, para proporcionar consejos sobre su dieta. Igualmente, para conseguir una alimentación saludable, hay que cuidar el tiempo de los alimentos, la cantidad de alimentos ingeridos, evitar los excesos y la mala combinación de los alimentos. La alimentación es un punto importante para el buen funcionamiento del organismo, ayudando a tener un mejor equilibrio entre la nutrición y la salud. Además de la alimentación se recomienda practicar algún tipo de ejercicio, para así estar en plena forma, obtener prevención de enfermedades y fortalecer los músculos del cuerpo. Una alimentación cuidada y equilibrada aporta al organismo los nutrientes necesarios para el desarrollo del mismo. El aporte energético se consigue a través del consumo balanceado de alimentos de origen vegetal y animal. Igualmente, es importante tener en cuenta que la alimentación debe ser variada y equilibrada para obtener los nutrientes necesarios, prevenir la aparición de ciertas enfermedades no trasmisibles y fortalecer el sistema inmunológico.
.