La calzada forma parte de la infraestructura vial.
Se trata de una superficie pavimentada utilizada por vehículos, personas o animales para viajar desde un lugar a otro.
Normalmente está hecha de asfalto, hormigón, ladrillos u otros materiales.
Es la base para el tejido de carreteras, túneles y puentes que connecta ciudades, pueblos y regiones. Puede ser construida como una carretera rural o urbana para permitir el tránsito de vehículos o como una calle pavimentada, para posibilitar el movimiento de peatones y bicicletas.
En cualquiera de sus variantes, todas las calzadas requieren de un cuidado y mantenimiento minuciosos.
Es una obra infraestructural o una mejora que se debe planear de acuerdo al tráfico, ancho, tipo de uso, largo y ubicación geográfica. Cuando se planifica de esta manera, una calzada puede garantizar un flujo de tráfico seguro y eficiente. Esta obra implicaría una mayor amplitud para la carretera, una mayor cantidad de carriles y la construcción de vías paralelas para vehículos más rápidos que permitirían una circulación segura. La construcción de semáforos, aparcamientos, bicisendas y otros elementos también pueden incluirse para hacer una calzada más segura para todos los usuarios. Cuando se trata de mantenimiento, lo cierto es que una calzada debe seguir un minucioso plan. Esto incluye un examen técnico para determinar los materiales más adecuados para dar una buena resistencia al pavimento. También hay varios trabajos de mantenimiento necesarios como reparar hoyos, eliminar maleza, controlar inundaciones y reparar el pavimento. El mantenimiento de una calzada juega un papel importante para ofrecer mejores condiciones de seguridad al conductor y los peatones. Por ejemplo, sistemas de control de la velocidad y cámaras de videovigilancia son utilizados para llenar lapsos de financiamiento y ayudar en la seguridad vial. Estos equipos se instalan para controlar el ambiente y mejorar la movilidad, vigilando el tráfico para evitar incidentes y siniestros. Todas estas medidas, mejoras y actualizaciones son fundamentales para la salud y seguridad de todos los usuarios de una calzada. La infraestructura tiene un gran impacto en la vida cotidiana de la ciudadanía y es responsabilidad de los gobiernos garantizar que este sector de la economía se mantenga a la vanguardia.
Para abordar esta lucha, cada vez más gobiernos están comprometiendo recursos significativos para mejorar su infraestructura vial. Esta inversión les permite mejorar el transporte, velocidad y seguridad de las rutas internas de un país. Estas mejoras y actualizaciones a la infraestructura de gran escala les permiten hacer la transición a un transporte seguro, moderno y eficiente.