La candelera es una forma tradicional de iluminación utilizada desde la antigüedad hasta el siglo XX. Esta sin duda ha sido una de las formas de iluminación más populares y aunque hoy en día hay mejores opciones disponibles para obtener luz, aún hay quienes prefieren el encanto y la sensación de la candelera.
La candelera consiste en un soporte donde se colocan varias velas encendidas.
Los soportes se pueden encontrar en una variedad de formas, desde candelabros hasta antorchas.
Esta era la forma más común de iluminación antes de que llegara la electricidad.
Fue utilizada tanto dentro como fuera de la casa para proporcionar luz en los espacios más oscuros. La plata y el bronce eran los más comunes, aunque también se podían encontrar hechos en hierro, latón, estaño y a veces incluso en madera. Esto hacía que cada pieza tuviera un encanto único y que ninguna resultara igual a la otra. Estos materiales eran abundantes en aquella época y los usaban para hacer velas de diferentes tamaños, colores y aroma. Esto ya no es tan común en la actualidad, ya que ahora hay lámparas de parafina y otros materiales disponibles. Además, si la habitación estaba muy fría, los candelabros funcionaban como pequeñas estufas que calentaban el ambiente. Aunque las velas ya han sido desplazadas por lámparas más modernas, la magia de la candelera aún existe. Para muchas personas, el uso de la candelera trasciende el uso funcional y es un recordatorio de años pasados, de épocas más simplistas. La candelera es un símbolo de encanto y romanticismo y para muchos es una forma de añadir algo de encanto a la decoración de su casa. Durante mucho tiempo fue una de las principales formas de iluminación en todo el mundo y aunque no sigue siendo una fuente de luz primaria para la mayoría de la gente, muchos aún disfrutan de la magia entrañable que proporcionan.
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