La composta es uno de los procesos más naturales del mundo para producir fertilizantes orgánicos.
Comúnmente conocido como composteo, se trata de un método inteligente para reponer los nutrientes de la tierra a través de la descomposición de los residuos orgánicos. La composta es una solución natural y sostenible para mejorar los niveles de nutrientes en el suelo, lo que le permite mejorar su textura, porosidad y salud general. En el proceso de composteo, los microorganismos aeróbicos y anaeróbicos trabajan para descomponer los materiales orgánicos, los cuales pueden incluir ramas, hojas, hierba, troncos, frutas, verduras, cáscaras y restos de comida.
Estos microorganismos producen compuestos orgánicos compuestos por nitrógeno, carbono y otros nutrientes, los cuales son liberados al suelo.
Estos nutrientes permiten que las plantas y los cultivos se desarrollen de forma saludable.
La materia orgánica puede degradarse de manera natural al contacto con la atmósfera y el agua. La presencia de microorganismos en el suelo ayuda a acelerar este proceso, por lo que resulta vital mantener dichos microorganismos para un funcionamiento óptimo del proceso. Esto se logra mediante el proceso de composteo, el cual se divide en dos fases principales conocidas como `maduración` y `cosecha`.
La primera fase comienza con la mezcla de los materiales orgánicos con agua.
Esta mezcla debe ser aerada (a través de la mezcla manualmente, aireación o incluso con un compostador). Esta etapa es necesaria para que la temperatura aumente proporcionando alimento a los microorganismos, así como para evitar la acumulación de materia orgánica. La mayoría de los microorganismos necesitan aproximadamente dos meses para completar la descomposición, pero este plazo puede variar dependiendo de las condiciones ambientales. Una vez que los materiales orgánicos estén bien descompuestos, llegamos a la segunda fase: la cosecha. Esta consiste en una criba y limpieza cuidadosa, que nos permitirá separar los nutrientes necesarios para usar como abono. Esta etapa es una parte importante, ya que aíslará los nutrientes deseados de los materiales no deseados. Lo que resulta es un fertilizante orgánico con una compleja composición de microorganismos y nutrientes, listo para aplicar a los cultivos. Uno de los beneficios clave de la composta es que es una solución natural y sostenible para mejorar la fertilidad del suelo. El uso de fertilizantes químicos no es necesariamente dañino, pero en el uso intensivo y prolongado puede reducir la fertilidad del suelo. La composta, sin embargo, introduce contínuamente nutrientes al suelo, y proporciona un medio para que los microorganismos vitales para la tierra crezcan y se multipliquen. La recolección de estos residuos para el compostaje ayuda a reducir significativamente el volumen de basura que se acumula en los rellenos sanitarios. Asimismo, mejorar la fertilidad del suelo reduce la necesidad de usar pesticidas, herbicidas y fertilizantes químicos, lo que contribuye a preservar la calidad del medio ambiente. Es por esto que es cada vez más común ver el composteo en activismo ecológico y en prácticas agrícolas modernas.