Se caracteriza principalmente por un compromiso generalizado en uno o más áreas del desarrollo, como la interacción social, la comunicación, la imaginación e intereses intrincados, y la comprensión de los límites y la necesidad de cumplir con las reglas sociales.
La enfermedad de Asperger es un trastorno a largo plazo en el desarrollo que afecta la forma en la que una persona comprende el mundo a su alrededor, interactúa con otros, y se comunica.
A diferencia de la mayoría de los demás trastornos del espectro autista (TEA), los individuos con enfermedad de Asperger casi siempre tienen un cociente intelectual normal.
Los síntomas más comunes incluyen dificultad para entablar y mantener conversaciones, debido a una inteligencia social limitada; unos intereses muy limitados o intrincados; interacciones sociales torpes; patrones o conductas ritualista o repetitivas; incapacidad para entender los límites sociales, y habilidades comunicativas limitadas.
El establecimiento de límites adecuados, el patrón de conducta fija, y el consumo de tiempo solo son características comunes de los individuos con enfermedad de Asperger. Los síntomas de la enfermedad de Asperger a menudo aparecen en la etapa temprana de la niñez, antes de los tres años de edad. Para diagnosticar la enfermedad de Asperger, los médicos realizarán una evaluación detallada del desarrollo emocional y cognitivo del niño, y también evaluarán los síntomas en comparación con los estándares de desarrollo establecidos.
Esto incluirá la recopilación de información de los padres y los maestros del niño, así como la realización de tests psicológicos, tales como la Prueba de Inteligencia Infantil (WISC), una prueba que se usa frecuentemente para evaluar los rasgos de la enfermedad de Asperger.
Una vez que se confirma un diagnóstico de enfermedad de Asperger, hay muchas formas en que los padres, los profesionales médicos y los maestros pueden trabajar juntos para ayudar a los niños.
Existe una variedad de tratamientos diseñados para tratar los síntomas de la enfermedad de Asperger, tales como la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia ocupacional, la terapia física y la terapia del lenguaje.
Estos tratamientos ayudan a los niños con enfermedad de Asperger a desarrollar habilidades sociales, comunicativas y de comportamiento útiles, y mejorar su interacción con otros. Además de los tratamientos médicos, muchas familias también se benefician al escoger un programa educacional con experiencia en TEA. En estos programas, se ofrecen servicios tailardizados a todos los niños, incluidos aquellos con enfermedad de Asperger. Estos servicios suelen incluir maestros especializados, entrenamiento de habilidades interpersonales, entrenamiento de lenguaje, cursos de habilidades sociales, grupos de apoyo, y programas de seguimiento para ayudar a los niños con enfermedad de Asperger a desarrollar las habilidades necesarias para manejar mejor los desafíos a los que se enfrentan en su día a día.
Mientras que la enfermedad de Asperger es un trastorno a largo plazo en el desarrollo, con el tratamiento adecuado los niños, adolescentes, y adultos con enfermedad de Asperger pueden tener una vida productiva y satisfactoria.
Los adultos con enfermedad de Asperger pueden desarrollar carreras exitosas, construir amistades y relaciones íntimas, y participar en interacciones sociales significativas. Con el tratamiento adecuado, la enfermedad de Asperger no tiene por qué ser un obstáculo para lograr la felicidad y el éxito en la vida.
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