La esquizofrenia es un trastorno mental complejo que afecta principalmente al pensamiento, al comportamiento, a la conducta, y en definitiva, la realidad del individuo. Este trastorno se caracteriza por una serie de síntomas que incluyen alucinaciones, delirios, lenguaje y pensamiento anómalo, movimientos corporales anormales, idea de poder y sentimiento de superioridad, escasa motivación, pérdida de memoria, impulso sexual disminuido, tendencia a la violencia, provocación, daño propio y auto-agresión.

Estos signos y síntomas pueden variar intensamente de una persona con esquizofrenia a otra.

La causa de este trastorno aún no se ha conocido, pero se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales.

Los síntomas de la esquizofrenia se clasifican como positivos y negativos.

Los síntomas positivos se refieren a un comportamiento o patrón de pensamiento anormal que no se encuentra en la gente sin esquizofrenia.

Los síntomas negativos se refieren a la opresión o la ausencia de comportamientos o pensamientos.

Estos incluyen alucinaciones, delirios, pensamiento rápido o discursos incoherentes, deficitaria memoria, escasa motivación, pobre ajuste social y sentimento de disconforme. Los cuidados de salud se refieren a la aparición de uno o más síntomas anormales a la vez. Esto puede incluir una sola alucinación, varias alucinaciones en diferentes sentidos, o un patrón de comportamiento o pensamiento anormal. Además de los síntomas arriba mencionados, el paciente con esquizofrenia también puede presentar otros como ansiedad, depresión, desorganización cognitiva, deficiencia de habilidades sociales y habitos, alteraciones del humor, discurso disperso, colapso emocional, inicio precoz de alucinaciones, alteraciones del somnoliento, provocación, pérdida de interés, instalación de comportamiento habitual, cambios de peso, cuadros de desorganización, crisis de ansiedad, deterioro cognitivo, arrebatos emocionales y tendencia ad agredir a si mismo o a otros.

Otro comportamiento que puede ser más típico o recurrente en personas con esquizofrenia es el de la vida en el pasado, la dificultad para mantener una conversación, el aislamiento social, la resistencia a los cambios, el aburrimiento e incapacidad para iniciar tareas, y la ausencia de reconocimiento de la enfermedad.

Debido a que los síntomas de la esquizofrenia pueden resultar en desventajas en el ámbito de la vida, el tratamiento se centra en el alivio de los síntomas individuales. Algunos de los tratamientos pueden incluir medicamentos tales como antipsicóticos, que pueden ser usados para controlar los síntomas tales como delirios, alucinaciones y pensamientos anormales. Los que reciben los tratamientos adecuados tienen una tasa de recaída mucho menor que los que no reciben tratamiento. A pesar de una gran cantidad de investigación realizada sobre éste trastorno, todavía se desconoce mucho acerca de las causas de la esquizofrenia. Se cree que los cambios químicos y biológicos en el cerebro desempeñan un papel en la enfermedad. Algunos de los factores ambientales asociados con el desarrollo de este trastorno incluyen el uso de drogas, el abuso infantil, los traumas severos, el estrés, y la exposición a toxinas. Aunque no hay una cura para la esquizofrenia, el tratamiento y el apoyo adecuados pueden ayudar a los pacientes a recuperarse. Los tratamientos se enfocan principalmente en el alivio de los síntomas positivos mediante el uso de medicamentos, además de tratamientos conductuales, psicoterapia, orientación familiar y el apoyo a largo plazo. Debe reconocerse que el tratamiento no funciona de la misma manera para todos los pacientes, por lo tanto es importante que su tratamiento sea monitoreado y evaluado adecuadamente para asegurar el progreso.

La esquizofrenia es una condición crónica y requiere un enfoque individual y personalizado para garantizar la mejor manera de manejar el trastorno. Finalmente, la educación y el apoyo familiar son fundamentales para el manejo exitoso de la esquizofrenia. La comprensión de la enfermedad y el conocimiento de los síntomas y tratamientos pueden ayudar a los familiares a mejorar la vida del paciente.