La fructosa es un azúcar simple obtenido naturalmente en muchos alimentos y también se usa como edulcorante en forma sintética en una variedad de productos. Aunque se encuentra naturalmente en muchas frutas y verduras, se agrega con mayor frecuencia a los alimentos procesados para mejorar el sabor. La mayoría de los edulcorantes comercializados contienen altos niveles de fructosa, lo que conlleva una serie de riesgos para la salud. La fructosa es uno de los tres principales tipos de azúcares simples encontrados en los alimentos. Estos incluyen la glucosa y la galactosa, que también son los principales combustibles para el cuerpo. La fructosa se produce naturalmente en algunos alimentos como frutas, verduras, los jugos de fruta reconstituida y otros productos procesados. Se encuentra también en forma sintética en los edulcorantes con alto contenido en fructosa como la siropes de maíz de alta fructosa (HFCS). El HFCS se usa comúnmente como un reemplazo más barato para el azúcar blanco y sabe muy similar. A pesar de contener un mayor contenido de water y nutrientes que la glucosa, la fructosa está recibiendo cada vez más atención por sus repercusiones negativas para la salud. Aquí hay algunas razones por las cuales evitar el consumo de alimentos con alto contenido en fructosa.
1.
El consumo de fructosa puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.
Una dieta rica en fructosa puede causar aumento en el colesterol, niveles elevados de triglicéridos y presión arterial alta, lo que contribuye al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Se ha demostrado que el consumo de alimentos con alto contenido en fructosa puede aumentar el riesgo de enfermedad coronaria un 46%-58%.
2.
Cuando se consume fructosa, los niveles de insulina en la sangre no se elevan de la misma manera que al consumir glucosa. Esto puede contribuir a un aumento de peso y el desarrollo de resistencia a la insulina. Debido a que la fructosa no aumenta la respuesta de insulina, el cuerpo no ralentiza el metabolismo de los alimentos como normalmente debería. Esto puede llevar a ganancia de peso a largo plazo y contribuir a la resistencia a la insulina. Estudios han demostrado que el consumo excesivo de fructosa puede contribuir a una disminución de la densidad mineral ósea y una reducción en la calidad ósea. En conclusión, la fructosa es un azúcar simple naturalmente presente en algunos alimentos, aunque ahora se agrega sintéticamente a una variedad de productos procesados. Diversos estudios indican que el consumo excesivo de alimentos que contiene fructosa puede tener graves consecuencias para la salud, como el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina, problemas de salud ósea y síntomas digestivos desagradables.
Por estas razones, la mejor forma de disminuir los efectos negativos de la fructosa es limitar el consumo de alimentos procesados, bebidas y productos con alto contenido en edulcorantes con fructosa.
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