La inmunoterapia es un tratamiento médico que se utiliza para tratar enfermedades crónicas como el cáncer, el VIH y otras condiciones que afectan el sistema inmunológico. Esta terapia involucra el uso de una serie de sustancias, como células, moléculas o productos químicos, para estimular el sistema inmunológico para que se defienda contra enfermedades específicas. La inmunoterapia ha existido durante cientos de años, pero las nuevas formas de tratamiento están cambiando la forma en que se trata el cáncer. Aunque el objetivo principal de la inmunoterapia sigue siendo fortalecer la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones, esta terapia se ha convertido también en una forma de tratar el cáncer.
Esto se debe a que la inmunoterapia ayuda a estimular las células del sistema inmunológico para que reconozcan a las células del cáncer y las destruyan.
Aunque existen diferentes clases de inmunoterapia, el tratamiento más común es la inmunoterapia activa.
Esta terapia a menudo implica el uso de una vacuna que contiene varias células tumorales.
El propósito de la vacuna es recuperar el sistema inmunológico para que pueda identificar las células cancerosas y destruirlas. También se utilizan otras sustancias para ayudar a las personas con cáncer a combatir la infección. Estas sustancias se conocen como inmunomoduladores y pueden abordar diferentes problemas con el sistema inmunológico, como el exceso de inflamación. En la inmunoterapia activa, los medicamentos se administran a través de la vía intravenosa o intramuscular. Usted debe tener en cuenta que los posibles efectos secundarios pueden incluir náuseas, vómitos, diarrea y dolor en el lugar de la inyección. Este tratamiento puede ser útil para pacientes con tumores avanzados, que a veces no reaccionan a la terapia convencional.
Hay otras formas de inmunoterapia que también son útiles para los pacientes con cáncer.
Estos incluyen la quimioterapia y otros tratamientos para mejorar la función inmune y ayudar al cuerpo a combatir la enfermedad. Estos fármacos tienen una concentración específica de la sustancia química en ellos para estimular la producción de inmunoglobulina, la proteína que rodea las células del sistema inmunológico, lo que ayuda al cuerpo a combatir el cáncer.
Esta terapia pretende estimular el sistema inmunológico para que pueda reconocer los antígenos y destruir las células tumorales, mejorando así la calidad de vida y permitiendo que los pacientes se recuperen más rápido.
Aunque los efectos secundarios pueden variar según el tipo de inmunoterapia que se esté llevando a cabo, hay muchos beneficios, como mejorar la supervivencia de los pacientes y aumentar su calidad de vida óptima.
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