La permacultura es una forma de diseñar un sistema de vida sostenible que imita los patrones que se encuentran en la naturaleza. Los principios de la permacultura se pueden aplicar a todos los ámbitos de la vida, desde la agricultura hasta el diseño urbano, la construcción de viviendas y la gestión de recursos naturales.
La palabra permacultura se deriva de las palabras `cultura permanente`.
La premisa básica de la permacultura es diseñar sistemas que sean autosostenibles, que no requieren la intervención constante del ser humano. Como el objetivo final de la permacultura es la sostenibilidad a largo plazo, el diseño se basa en la observación de los patrones naturales y en el uso de enfoques resilientes para la producción de alimentos, servicios para la comunidad y manejo de recursos.
Un ejemplo común de la adopción de principios permaculturales es el uso de `jardines en forma de zanja`. Estos se construyen en terrenos en los que se encuentran algunos suministros naturales, como el agua y la tierra fértil. Estas zanjas o canaletas se utilizan para la producción de alimentos, la recuperación de la fauna y la restauración de paisajes dañados. Además del uso de las zanjas para la producción de alimentos, también se usan para prevenir erosiones, contener y reutilizar el agua de lluvia y almacenar el agua de riego. Otro principio importante de la permacultura es el uso de plantas que asocian la producción de alimentos. Esta estrategia se conoce como `diseño de paisajes productivos`, donde se combinan plantas autóctonas tales como árboles, arbustos y hierbas con plantas de alimentos a fin de proporcionar alimento, sombra, cobertura, abono natural y abrigo al suelo.
Estas plantas pueden servir como hábitats para la fauna, contener el agua de lluvia y ayudar a descomponer los desechos sólidos.
Los principios de la permacultura también se aplican al diseño urbano.
En el diseño urbano permacultural, el objetivo es crear un entorno urbano que sea sostenible, seguro y saludable para las personas que lo habitan. El diseño permacultural para el entorno urbano puede incluir el diseño de patios traseros que produzcan alimentos, la creación de espacios verdes para recoger agua de lluvia y la instalación de sistemas de almacenamiento de agua.
En el diseño permacultural para la construcción de viviendas, el objetivo es utilizar materiales sostenibles y energías limpias para reducir el consumo de combustibles fósiles y minimizar la huella de carbono.
Tales materiales pueden incluir el uso de aislantes biocompatibles y de energía solar, los cuales ayudan a calentar y enfriar la casa con menos uso de combustibles fósiles. El diseño permacultural también promueve la creación de estructuras energéticamente eficientes, que permitan la captación del calor del sol en el invierno y protejan contra el calor extremo en el verano.
Finalmente, una parte importante de la permacultura es la gestión de los recursos naturales.
Esto incluye el uso de técnicas tales como la tierra conservación, que ayudan a mantener los suelos fértiles mediante la preservación de la estructura, la sustancia nutritiva y la fertilidad del suelo.
Otra forma de gestionar los recursos naturales es la reutilización y reciclaje de residuos, como el agua de lluvia, la basura y los desechos orgánicos. Esto ayuda a minimizar el impacto medioambiental, ya que la reutilización y reciclaje de los residuos reduce el uso de productos químicos y energéticos nocivos para el medio ambiente. Para resumir, la permacultura es un enfoque innovador y sostenible para vivir en armonía con la naturaleza. En lugar de tratar de controlar o manipular el medio ambiente, el objetivo de la permacultura es imitar los patrones naturales para garantizar una sostenibilidad a largo plazo. Al adoptar los principios de la permacultura, el ser humano puede coexistir con el entorno y garantizar que los recursos naturales se mantengan intactos para las generaciones futuras.