La piel atópica es una condición inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por una respuesta excesiva exagerada del sistema inmunológico. Esto provoca una respuesta exagerada de la piel a los factores ambientales, como la temperatura, los cambios hormonales y los alérgenos, lo que resulta en escamas, picazón y enrojecimiento.
Aunque la piel atópica afecta principalmente a niños, también puede afectar a adultos.
Los síntomas de la piel atópica varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Los síntomas comunes incluyen sequedad excesiva en la piel, enrojecimiento, comezón, erupciones cutáneas, pápulas, vesículas, hiperqueratosis y costras.
Algunas personas también tienen sensaciones de ardor y picazón en la piel.
La picazón, en particular, puede ser extrema e interferir con el sueño, el trabajo y el rendimiento escolar. La piel atópica no se conoce completamente, aunque se cree que la predisposición genética juega un papel.
Hay dos factores causales principales relacionados con la piel atópica.
Esto significa que las células del sistema inmunológico responden a la exposición a ciertos alérgenos, como ciertos polvos inhalados, que causan una respuesta inflamatoria exagerada en la piel. Otro factor es la interacción entre la flora normal de la piel y los patógenos que pueden sobrevivir en el medio ambiente y causar infección. Estos patógenos pueden desencadenar una respuesta inmune exagerada y caer en un ciclo de daño de la piel, que empeora la piel atópica. Estudios han demostrado que algunos alimentos, como los lácteos, las nueces y algunos tipos de frutas, pueden agravar la piel atópica. Para tratar la piel atópica, su médico puede recetar un tratamiento tópico a base de corticosteroides, que es un tratamiento de primera línea para la piel atópica. Para las personas con alergias, los medicamentos antihistamínicos y los esteroides en aerosol también pueden ayudar a controlar los síntomas. Además de los medicamentos, existen algunas medidas sencillas que las personas con piel atópica pueden tomar para aliviar los síntomas. Estos incluyen el uso de un suavizante de piel suave y uns deshidratantes para mejorar la hidratación de la piel. El baño con agua tibia con un jabón suave también puede ayudar a mantener la piel limpia y húmeda. Los síntomas de la piel atópica pueden ser muy incómodos y afectar la calidad de vida de algunas personas. Por lo tanto, es importante que las personas con esta condición sean evaluadas y tratadas por un profesional de la salud. El tratamiento adecuado es extremadamente importante para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.