La resistencia es la capacidad de hacer frente a algo o de oponerse a algo.
El término se utiliza comúnmente para referirse a los esfuerzos hechos por resistir cambios o ideas establecidas o antiguas, aun cuando, en general, las nuevas ideas pueden ser mejores. Esto nos lleva a otro concepto relacionado, el de aferrarse al pasado y negarse a ver y comprender el presente e incluso el futuro.
La resistencia puede referirse a sentimientos, conceptos, acciones o situaciones diferentes.
Por ejemplo, el resistirse a aceptar los cambios o aceptar nuevas ideas puede ser una clase de resistencia. Esta resistencia, aunque intencionalmente destinada a obstaculizar el progreso, también sirve como una forma de protegerse a uno mismo del dolor y la ansiedad asociada con el cambio. De la misma manera, la resistencia puede darse ante idea, conceptos o situaciones a veces considerados indignos o antiético. Esto se puede considerar una respuesta defensiva, especialmente si hay temores o preocupaciones relacionadas con el entorno y las repercusiones que resultan de dejar que esas ideas, conceptos o situaciones sigan su curso.
La resistencia también puede referirse a la capacidad para soportar grandes presiones o circunstancias cambiadas bruscamente. Esta resistencia, aunque a veces confundida con la simple acepción de aparente negatividad, puede ser una forma de preservar lo mejor de las situaciones cambiantes, evitando así que se caiga en el caos completo.
Aunque la resistencia a limitaciones y cambios en situaciones o ideas antiguas a menudo puede ser innoble, también puede tener su lado positivo. Cuando existe una situación conflictiva basada en ideas conservadoras y un individuo es capaz de resistir la presión para complacer a los demás, por ejemplo, eso puede ayudar a mejorar el nivel general de respeto de ciertos grupos o comunidades.
Por otro lado, una resistencia excesiva puede llevar a la obsesión en lugar de a la liberación. Cuando alguien se niega a cambiar sus ideas o conceptos a pesar de que la realidad esté evolucionando en otra dirección, eso puede conducir a una negación del presente que a menudo resulta en estancamiento.
Otra forma en que la resistencia puede ser negligente es en la wea en que se rechazan todos los conocimientos o conceptos nuevos como un desafío a la autoridad o el statu quo establecido.
Esto puede llevar a un enfoque limitado y quizás hasta a una ola de sentimentales de la realidad en lugar de una apertura real hacia diferentes formas de pensar y existir.
En resumen, la resistencia a los cambios o a la nuevas ideas en general, puede aportar ciertas ganancias, sin embargo, la resistencia excesiva a cualquier cosa que difiera de lo establecido sin un análisis profundo puede conducir a la mera desmembración tolerancia.
La resistencia debe practicarse de una manera informada y calculada para evitar estancamiento y cegarad.
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