La zoofilia es una práctica sexual que involucra el contacto sexual entre humanos y animales.
Esta práctica se remonta a la antigüedad y se ha practicado a través de la historia en todo el mundo.
La zoofilia actual es un acto comúnmente prohibido y considerado ilegal en muchos países.
Se explora principalmente por la psiquiatría, la sociología, la antropología y los estudios sobre el comportamiento.
La palabra zoofilia se deriva del griego zoophilia, que significa `amor por los animales`.
La zoofilia no se refiere necesariamente al amor por los animales; en realidad, se refiere al contacto sexual con animales. Muchos que practican la zoofilia afirman que no se trata de abuso animal, sino de respeto y amor hacia los animales. Estas personas afirman sentir pasión y afecto por los animales, al igual que cualquier otra relación romántica con un consorte humano. Los adeptos a la zoofilia argumentan que esta práctica se ha practicado desde la antigüedad en numerosas culturas de todo el mundo. Además, se afirma que el hecho de mantener una relación sexual con un animal humanoizado sin ningún contacto puede ser insignificante o no realmente relevante en términos de beneficio para ambas partes.
Los estudios realizados muestran que una amplia variedad de animales han sido objeto de contacto sexual. La mayoría de estos animales no son antropomorfizados, pero algunos se consideran humanoides por su capacidad de hablar, entender el lenguaje humano y desempeñar actividades similares a las humanas. Los estudios también muestran que algunas veces las personas que practican zoofilia encuentran a sus animales consortes en zoológicos, perreras y ferias, y en ocasiones incluso los raptan e intentan tener relaciones con ellos.
Estos raptos de animales a menudo son hasta la fecha fracasados, a menudo con resultados desastrosos para el animal y terribles consecuencias legales para el individuo. Otros estudios han señalado que las personas que practican zoofilia también pueden involucrar a animales domesticados, debido a que son más fáciles de manipular. La principal discusión entre pro y contra zoofílicos es si esta práctica realmente daña a los animales o no. Algunas personas argumentan que la zoofilia, si se practica con responsabilidad, no resulta dañina para los animales. Estos individuos sostienen que los animales no se ven afectados por la zoofilia debido a su `falta de conciencia` animal. Esto significa que los animales no tienen suficiente consciencia para comprender la naturaleza y las consecuencias de los actos sexuales humanos. Por otro lado, otros argumentan que tal comportamiento se centra en los intereses de la persona y no de los del animal. Además, el hecho de que la persona está explotando a los animales para satisfacer sus propios deseos no es aceptable. Muchos animales también se han lesionado durante la zoofilia, independientemente de si el comportamiento fue o no intencionado por la persona. Esto lleva a muchas personas a discutir si el maltrato animal es un mal inevitable cuando se practica zoofilia. En conclusión, aunque la zoofilia implica el contacto sexual entre humanos y animales, aún hay mucho debate sobre si esta práctica realmente daña a los animales. Muchas personas argumentan que la zoofilia puede disfrutarse de una manera responsable y respetuosa por los animales. Por otro lado, hay quienes argumentan que esta práctica no es necesariamente respetuosa y puede fungir como una forma de maltrato animal.