El litigio es un proceso legal por el cual dos o más partes presentan una disputa a un tribunal o una autoridad para dirimir sus respectivas posiciones. Generalmente, el litigio es referido a la forma común de proceder ante el derecho de los tribunales de primera instancia e incluye la litigación civil, criminal, disciplinaria, de familia, de bienes raíces o de otra índole en la que los litigantes disputan una cuestión legal previamente acordada para su interpretación juzgada.

El litigio comienza usualmente cuando una parte presenta una demanda ante un tribunal competente que se enfoca en el tema específico de la demanda.

Además, se le anima a la contraparte a contestar la demanda.

Si la contraparte no decide contestar, entonces el demandante puede buscar una `admisión de cuestionamiento` y proceder con la demanda sin oposición. La demanda y la contestación se envían en respuesta a la demanda, donde posteriormente los litigantes pueden presentar mociones y realizar descubrimientos. Estos descubrimientos incluyen la intercambio de información entre las partes, como declaraciones juradas y documentos pertinentes a la demanda. Una vez que las partes hayan tenido la oportunidad de intercambiar información, pueden realizar más descubrimientos, y el juez debe decidir si se levantarán cargos criminales y si se realizará un juicio, si es que el caso llega a ese punto.

Si el caso se dirige a un juicio, entonces los litigantes presentarán sus argumentos, llevarán a cabo la presentación de pruebas y también podrán formular preguntas al juez y a una comisión de jurados, cuando aplique.

La persona responsable de impartir justicia los identificará a todos sumariamente con sus argumentos y posturas durante el juicio, y luego emitirá un veredicto al finalizar el procedimiento. Sin embargo, la mayoría de los casos no llegan a sentencia, sino que son resueltos mediante el proceso de negociación. Esto se debe a que los litigantes intentan minimizar sus costos y pérdidas evitando un juicio, por lo cual ofrecen acuerdos a los litigantes que lo acuerden. Estos acuerdos de litigio pueden ser verbalmente o por escrito, en los que los litigantes llegan a un acuerdo mutuo para regular sus diferencias. Si se llega a un acuerdo, entonces la demanda se retira de los tribunales sin un juicio o veredicto. Finalmente, el litigio puede llevar el caso a una apelación, en la que una parte en desacuerdo con el veredicto del juicio, presenta una queja ante un tribunal superior para buscar un juicio nuevo de la cuestión.

Un abogado de apelaciones demuestra por qué habría un error en el juicio de la primera instancia con el fin de demostrar que el caso necesita una segunda revisión. En conclusión, el litigio examina el resultado de un pleito que surgió entre dos o más partes en una disputa legal. Estas demandas pueden llevar al tribunal a determinar el resultado de un caso mediante un juicio, una negociación o una apelación. Cada caso de litigio se ejerce de acuerdo con las leyes específicas de una jurisdicción y con el principio de la igualdad de las partes para proveer una oportunidad justa para que los litigantes presenten sus argumentos y argumentos en pos de un veredicto justo.

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