El litio es un elemento químico que se encuentra en la naturaleza pero también se puede producir artificialmente. Es el elemento químico con el número atómico 3 y se encuentra en el grupo 1 de la tabla periódica. Está situado junto al hidrógeno, y según la clasificación electrónica de Jablonski, este elemento tiene un subshell con un electrón en su última órbita. Además del símbolo Li, el litio es conocido también como plata blanca, un metal ligeramente plateado. Es el elemento más ligero en la tabla periódica y el sexto más abundante en la corteza terrestre. Se encuentra en sales en estado libre, como litio carbonato (Li2CO3), litio fluoride (LiF) y litio hidruro (LiH).
El litio pertenece a la familia de los metales alcalinos.
Esto significa que su punto de fusión y su punto de ebullición son relativamente bajos en comparación con otros elementos metálicos y que se combina con los no metales para formar compuestos químicos estables.
El litio también posee propiedades únicas que permiten su uso en una variedad de aplicaciones.
El litio se ha utilizado para producir componentes y aleaciones metálicas desde el año 1912, cuando el químico sueco Arne Tiselius descubrió su uso como material intermedio en la fabricación de algunos materiales de uso común.
Una botella de spray para el cabello, uno de los primeros productos que contiene litio, fue comercializada por el norteamericano Arnold Perry en 1925.
Actualmente, el litio se usa en numerosas industrias debido a sus propiedades únicas.
Estas incluyen su bajo peso, su alta resistencia a la corrosión incluso en ambientes marinos, su temperatura de fusión relativamente baja y su alta conductividad eléctrica. Estas cualidades hacen del litio el material ideal para fabricar baterías de iones de litio y una serie de otros componentes electrónicos. Debido a la tendencia a la descarga profunda, durante el uso de estas baterías de litio, hay una pequeña cantidad de fusibles químicos y relés de seguridad incrustados en el interior de la batería.
Estos dispositivos permiten a la batería detener el suministro de energía si se sobrecarga o se sobrecalienta. En productos fabricados a partir de hierro y acero, el litio se usa para mejorar el proceso de fundición fundición, así como para mejorar la resistencia de los metales y la calidad superficial de la aleación.
Además de la producción de baterías y componentes para automóviles eléctricos y productos metalúrgicos, este elemento también se utiliza en aplicaciones industriales de alta temperatura en el campo aeroespacial. Estas aplicaciones exigen materiales con excelentes propiedades térmicas y resistencia al impacto, lo cual hace del litio una opción atractiva. En el ámbito medicinal, el litio también se utiliza como medicamento para el tratamiento de la depresión, el trastorno bipolar y otros trastornos relacionados con la química cerebral. Los principales síntomas de estas enfermedades mejoran gracias a los efectos del litio, el cual suprime la actividad de algunas células nerviosas responsables de los estados anímicos negativos. El litio es un elemento químico esencial que es imprescindible para el buen funcionamiento de nuestra sociedad moderna. Desde baterías hasta metalurgia, medicina y otros campos, su uso se ha extendido a lo largo de los últimos años, abriendo así la puerta a una nueva era de innovación y descubrimiento.
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