La luxación es una lesión de los tejidos blandos y una afección que causa un desajuste en la conexión entre los huesos y sus articulaciones. Algunas zonas anatómicas comunes donde se presentan luxaciones son los hombros, las rodillas, los codos, los dedos y los tobillos. Una luxación significa que dos o más huesos ya no se encuentran en su lugar normal respecto a la articulación. Esto sucede cuando se separan los huesos de la articulación que los une, causando con frecuencia dolor, hinchazón, inestabilidad para el movimiento y una deformidad en el área donde se presentó la lesión.
Las luxaciones pueden ser agudas o crónicas.
La luxación aguda es el resultado de una lesión repentina, mientras que la luxación crónica es el resultado de una lesión previa que no ha sido tratada correctamente, time-out de la actividad o inmovilización no adecuada.
Las luxaciones pueden ser completas o parciales.
La luxación completa ocurre cuando los huesos se desplazan completamente de su lugar normal respecto a la articulación. Una luxación parcial ocurre cuando los huesos se desplazan parcialmente fuera de su lugar normal, causando un desajuste de la articulación, pero los huesos no se desplazan completamente fuera de su lugar.
La lesión puede ser leves o graves dependiendo de la cantidad de desplazamiento de los huesos y la cantidad de lesión en los tejidos blandos que permiten el movimiento de los huesos de la articulación.
Las lesiones menos graves pueden ser tratadas con un tratamiento conservador sin la necesidad de cirugía. La lesión grave debe ser tratada con cirugía para reparar los ligamentos lesionados y permitir el movimiento adecuado de la articulación luxada. Previo a la cirugía, es importante someter al paciente a exámenes para determinar la extensión y gravedad de la lesión.
Estos exámenes incluyen radiografías, tomografías computarizadas, resonancia magnética, ecografías y artrocentesis.
Estos exámenes permiten al cirujano determinar la cantidad de desplazamiento de los huesos, la presencia de fragmentos óseos, la extensión de la lesión en los tejidos blandos y la movilidad de la articulación.
Una vez completada la evaluación, la lesión se puede tratar conservadoramente con la inmovilización de la articulación con férulas y una amplia variedad de ejercicios de fortalecimiento, estiramientos y rehabilitación. La lesión grave requiere cirugía para reparar los ligamentos lesionados y corregir el desplazamiento de los huesos. Es importante recordar que la rehabilitación de una luxación depende de la gravedad de la lesión y la extensión de las lesiones en los ligamentos. Una rehabilitación adecuada y oportuna es esencial para la prevención de recurrencias y la recuperación óptima. Por último, un seguimiento regular con el proveedor de atención médica es esencial para evaluar los progresos y asegurar una recuperación plena.