La mamitis es una inflamación de los tejidos mamarios en mujeres que están amamantando.
Esta condición se caracteriza por dolor, calentamiento y enrojecimiento en una o ambas mamas.
También se puede presentar hinchazón, secreción lechosa, ardor y enrojecimiento de la piel.
Se cree que una de cada cinco madres experimenta la mamitis a lo largo de su amamantamiento. Se ha relacionado con una serie de factores, entre ellos el uso de una técnica de succión deficiente por el bebé, la infección por bacterias, el estrés, los cambios hormonales, la fatiga y la alimentación deficiente de la madre.
Hallazgos clínicos comunes de la mamitis incluyen dolor o ardor en la mama, enrojecimiento en la zona, calentamiento, picazón, sensibilidad a la presión, hinchazón y secreción lechosa que puede contener pus.
Los síntomas de la mamitis en el bebé pueden incluir una irritabilidad significativa, llanto cansado, aumento de la succión y dificultad para conseguir alimento. El bebé también puede tener una intolerancia a la alimentación, cambios en el Sueño, cambios en los movimientos diarios, debilidad o pérdida de peso. El tratamiento puede variar, pero generalmente implica una combinación de métodos, que incluyen tanto el cuidado de la madre como el tratamiento médico. Los primeros pasos para el tratamiento generalmente consisten en: tomar suficientes líquidos, descansar y aplicar calor con regularidad, para aliviar el dolor y la inflamación. Esto incluye tomar suficientes nutrientes, como proteínas, vitaminas y minerales, para ayudar a mejorar la leche materna y apoyar el proceso de lactancia. El antibiótico puede ayudar a aliviar los síntomas de la infección y abordar la causa subyacente de la mamitis. También debe consultar a un profesional de la salud si cree que el bebé tiene alguna enfermedad o condición que requiera tratamiento. Si se descubre que la madre presenta mamitis durante el proceso de lactancia, también puede seguir ciertas pautas para ayudar a prevenir o tratar la enfermedad. Estas incluyen:• Limpieza cuidadosa de la zona afectada al inicio y al final de la lactancia. • Cambiar de posición mientras el bebé se alimenta, para evitar presiones innecesarias sobre los senos. Es importante que todas las madres conozcan los cuidados especiales para reducir el riesgo de mamitis. Un tratamiento temprano adecuado puede ayudar a minimizar los síntomas de la infección y prevenir su desarrollo en complicaciones más graves.