La menstruación es el evento fisiológico natural en el que el útero se desprende de un órgano interno, el endometrio, que acumula sangre y otros fluidos, que suele suceder cada mes aproximadamente alrededor de la edad de 12 años (niño) y seguir ocurriendo en la mujer hasta la edad de 50 años.
A principios de cada ciclo menstrual, los niveles de estrógeno aumentan causando que se produzca un aumento del grosor y la vascularización del endometrio, el tejido que recubre el interior del útero, con el fin de preparar el útero para la implantación de un embrión.
Si no hay ninguna implantación, el endometrio no necesita continuar creciendo, por lo tanto los niveles de estrógeno disminuyen y el útero comienza a desprenderse del endometrio a través de contracciones.
Esto provoca la descarga de sangre y otros fluidos a través de la vagina, un hecho conocido como menstruación. La duración de un ciclo menstrual promedio varía entre las mujeres, pero suele durar de 21 a 35 días. Durante el ciclo menstrual normal, la descarga de sangre suele durar entre tres y cinco días.
El flujo menstrual es de color rojo a marrón y generalmente tiene un olor fuerte y particular. Normalmente, la cantidad de sangrado al inicio del periodo menstrual es mayor y en las siguientes descargas de sangre tendrá un color rosado y luego marrón. La cantidad de sangre que sale durante un periodo puede variar mucho entre las mujeres y cambia con el tiempo y entre los ciclos menstruales. Los síntomas más comunes son calambres abdominales, náuseas, cansancio, dolores de cabeza, aumento de peso, raquitismo, estreñimiento, ansiedad, irritabilidad y flujo vaginal intenso. Existen unos medicamentos con buenos resultados para aliviar los síntomas que se pueden experimentar durante la menstruación. Además, se recomienda el uso de tampones higiénicos durante el periodo menstrual para mantener el área genital libre de bacterias. Las compresas menstruales también son otra solución para prevenir la salida de sangre y otros fluidos durante la menstruación. Los periodos menstruales deben ser atendidos cuidadosamente, especialmente para las mujeres que tienen entre 11 y 15 años. Esto es porque los ciclos menstruales durante esta etapa de la vida pueden ser irregulares y tener descargas con una duración más o menos extensa. Por esta razón, es importante que los padres e hijas mantengan un diálogo abierto acerca del tema. Y es que, la forma en que cada persona vive el periodo menstrual depende en gran medida de la cultura en la que está inmersa. Cada mujer es una adaptación sensible a su entorno y cada periodo menstrual es diferente según con la etapa de la vida en la que se encuentra una persona. Por esta razón, es importante que prestemos atención a nuestro periodo menstrual y estemos lo más pendientes posible para detectar posibles anomalías y tomar, de ser posible, las medidas adecuadas.
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