El metanol, también conocido como alcohol metílico y alcohol de madera, es un líquido incoloro con un olor característico y un sabor dulce.
Es una sustancia volátil, inflamable y tóxica.
Se considera el alcohol más sencillo y es un componente esencial en una amplia gama de productos industriales y químicos. El metanol se produce principalmente a partir de gas natural mediante un proceso de reformado con vapor, sin embargo, también se puede producir a partir de una variedad de otras fuentes, como carbón y biomasa.
A nivel molecular, el metanol se compone de un solo átomo de carbono, un solo átomo de oxígeno y cuatro átomos de hidrógeno.
Su fórmula química es CH3OH.
Desde una perspectiva histórica, el metanol se produjo por primera vez mediante la destilación destructiva de la madera, de ahí su nombre original de `alcohol de madera`. No obstante, este método de producción ha sido en gran parte reemplazado en el siglo XX debido a la eficiencia y economía del procesamiento con gas natural.
El metanol se usa en una amplia variedad de aplicaciones industriales.
Es un componente clave en la fabricación de una variedad de productos químicos, incluyendo formaldehído, ácido acético, MTBE (éter metil ter-butílico), MTO (Metanol a Olefinas) y una serie de plastificantes, resinas y tintes.
El metanol es también un componente importante en la fabricación de biodiesel, una alternativa más limpia al diesel convencional obtenido de los combustibles fósiles. Además, el metanol es a menudo un componente en los anticongelantes y en los combustibles para estufas, ya que su combustión produce llamas de alta temperatura. También se utiliza en los limpiacristales de los autos, ya que evapora rápidamente y no deja residuos. En el área de la salud, se utiliza en laboratorios para la preservación de tejidos biológicos. Puede ser usado directamente como combustible en células de combustible, y también puede ser convertido en hidrógeno para su uso en células de combustible de hidrógeno. Es un combustible atractivo para este propósito debido a que es líquido a temperatura ambiente, lo cual lo hace más fácil de almacenar y transportar que el hidrógeno gaseoso. A pesar de su utilidad, es crucial manejar el metanol con cuidado debido a su toxicidad. Puede provocar síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas, y en casos graves, ceguera o muerte. Aunque se biodegrada rápidamente en el medio ambiente, los derrames de metanol pueden ser perjudiciales para la vida acuática. En resumen, el metanol es un producto químico industrial esencial con una amplia gama de aplicaciones, desde la fabricación de productos químicos hasta su uso como combustible y preservante. Sin embargo, su manejo y uso requieren precauciones debido a su toxicidad para los humanos y el medio ambiente. A pesar de estos riesgos, el metanol sigue desempeñando un papel crucial en la industria y se está explorando aún más como una fuente de energía alternativa de cara al futuro.
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