La Mielina es una membrana lipoproteica, que cubre y aísla los axones (parte de la neurona) y sus procesos de las demás células presentes en el sistema nervioso. Su función es muy importante, ya que sirve como un sistema de conducción para impulsos nerviosos a lo largo de dichos axones. La mielina se encuentra principalmente en el Sistema Nervioso Central (SNC), pero también se encuentra en músculos esqueléticos como en los bulbos raquídeos. La mielina se forma de los lípidos (grasas) que se encuentran en los oligodendrocitos*, un tipo de célula glial del Sistema Nervioso. La mielina es una sustancia blanca que recubre la superficie externa de los axones y aumenta el área de sección transversal de la neurona, aumentando su resistencia a la corriente eléctrica y su velocidad de transmisión de impulsos a través de ella.
Esto significa que los señales eléctricas pueden moverse a lo largo del axón más rápido.
La lesión a la mielina puede ocurrir en distintas enfermedades, como la Esclerosis Múltiple, que es una enfermedad autoinmune donde se daña la mielina. Esta enfermedad se manifiesta de maneras diferentes pero normalmente se presenta como la pérdida de sensibilidad, debilidad muscular, movimientos involuntarios, síndrome de fatiga entre otras manifestaciones. Algunos otros ejemplos menos comunes son: Leucodistrofia Metacromática, la Esclerosis Lateral Amiotrófica, Rabdomiólisis Infecciosa, así como en envenenamientos medicos y algunos tipos de tumores. Además, la mielina es una proteína esencial para ayudar a los axones a regenerarse, debido a que las fibras de mielina se regeneran una vez que el daño se produce, los axones también son capaces de regenerarse, aunque con menor tasa.
Esta regeneración dados los límites de la regeneración nerviosa, ayuda en la recuperación de funciones, así como en la prevención de daños mayores. Los científicos también están empezando a entender los mecanismos moleculares de la mielina, lo que les ayuda a entender cómo funciona y, eventualmente, a desarrollar medicamentos específicos para el tratamiento de la esclerosis múltiple.
Por ejemplo, se ha descubierto que la mielina usa los receptores de placa motora para aislar el axón, lo que implica que el tratamiento farmacológico podría ser útil para el tratamiento de la enfermedad.
En conclusión, la mielina es una membrana lipoproteica que recubre los axones de los nervios y es clave para mantener la salud del sistema nervioso y es imprescindible para que los impulsos se conducen a lo largo del axón a velocidad normal.
La lesión a la mielina puede conducir a varios trastornos neurológicos, como la esclerosis múltiple, la leucodistrofia metacromática y la rabdomiólisis infecciosa. Entender los mecanismos moleculares de la mielina es clave para desarrollar tratamientos específicos para estas enfermedades.