La moringa es un árbol originario de la India que se encuentra en muchas partes del mundo subtropical y tropical, incluyendo Africa Occidental, Sur de Asia y el Caribe. Es conocido como el árbol milagroso debido a los muchos usos medicinales y nutricionales que ofrece. Esta planta contiene una abundancia de nutrientes esenciales y por lo tanto se le considera uno de los alimentos más nutritivos y universales disponibles.
La moringa está compuesta de un gran número de nutrientes, minerales y vitaminas.
Estas compuestos incluyen calcio, hierro, magnesio, potasio, fósforo, cobre, zinc, proteínas, vitaminas B, C, A y E, así como varios aminoácidos. Además de esto, los flavonoides presentes contribuyen a la acción antioxidante y ayuda a prevenir la destrucción de células. A diferencia de la mayoría de los alimentos, la moringa puede crecer en ambientes extremos de sequía con relativamente poca agua. Esto la convierte en una fuente de alimento asequible para aquellas zonas del mundo afectadas por sequías frecuentes.
Los frutos, las hojas y las semillas se pueden comer crudos o cocinados.
Estas partes contienen un alto contenido de proteínas y fibra.
Los beneficios para la salud que se asocian a la moringa son abundantes y están siendo estudiados y documentados por años. Por ejemplo, se cree que esta planta contiene propiedades anticancerígenas, lo cual significa que pueden proteger el cuerpo de los efectos nocivos de ciertas células cancerosas. También se han encontrado algunas pruebas de que la moringa es beneficiosa para controlar el colesterol alto. Las propiedades del árbol milagroso pueden reducir los niveles de lípidos en la sangre y ayudar a sostener un equilibrio saludable. Esto se debe en gran parte a la presencia de ácidos grasos insaturados y ácidos esteáricos en las hojas de la planta. Por otra parte, esta planta se cree que ofrece numerosos beneficios para prevenir y tratar el síndrome metabólico, el cual está relacionado con problemas cardíacos y diabetes. Los antioxidantes presentes en la moringa pueden ayudar a reducir el estrés oxidativo dentro del cuerpo y mejorar el flujo sanguíneo a los órganos y las células. Otra de las ventajas de la moringa es que se ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias, lo cual significa que puede ser usada para tratar afecciones como la artritis, la enfermedad inflamatoria intestinal y el síndrome del intestino irritable.
La medicina herbal también se cree que puede ayudar a reducir la inflación causada por ciertos medicamentos para el dolor. Adicionalmente, algunos investigadores también están estudiando la eficacia de la moringa para el tratamiento de enfermedades crónicas como el asma, la malaria, el sida y la tuberculosis. Es importante destacar que muchos de estos estudios aun se encuentran en sus etapas iniciales y por lo tanto aun faltan estudios rigurosos para corroborar los resultados de los mismos. En definitiva, los beneficios medicinales y nutricionales de la moringa son muchos y están siendo evaluados y estudiados desde hace años. Tiene una cantidad significativa de elementos nutritivos, lo que la convierte en un gran alimento y en general una fuente de salud. Esta planta también se considera uno de los alimentos más universales debido a la facilidad con la que puede crecer en climas cálidos.