La neoplasia es un término para un grupo de enfermedades que se caracterizan por el crecimiento anormal de tejido, causado por células que se dividen sin control y con ritmos anormales.
También se les conoce como «tumores malignos», ya que esas células cancerosas se multiplican rápidamente y se hacen masivas. Estas células anormales invaden los tejidos aledaños y pueden llegar a los órganos cercanos y más lejanos, lo que puede causar el cáncer. La palabra «neoplasia» significa «crecimiento nuevo» y se refiere a la formación de tejidos cancerosos que no son normales. Las células cancerosas tienen una forma y un tamaño distintos y tienen la propiedad de dividirse de forma descontrolada, lo que aumenta el tamaño de los tejidos cancerosos y genera muchas células nuevas y anormales que incluso pueden diseminarse al resto del cuerpo.
Algunos de los principales factores de riesgo para el cáncer incluyen la edad avanzada, el tabaquismo, la exposición a ciertos tipos de radiación y ciertas intoxicaciones por drogas y sustancias químicas.
Algunos tipos de cáncer están asociados con ciertos virus, como el virus del papiloma humano (HPV) y el virus de la hepatitis B.
La predisposición hereditaria también puede ser una causa importante de cáncer.
Existen diferentes tipos de neoplasias, que se clasifican de acuerdo con el tipo de tejido maligno. Los ejemplos incluyen el cáncer de mama, el cáncer de colon, el cáncer de próstata y los linfomas. Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de cáncer, pero algunos síntomas comunes incluyen fiebre, pérdida de peso, fatiga y dolor. Los síntomas pueden ser indicadores de la presencia de un tumor maligno en ciertas áreas del cuerpo. El tratamiento de la neoplasia depende del tipo y ubicación del tumor, así como del estado general del paciente. La quimioterapia, la radioterapia y la cirugía son los métodos más comunes para tratar la neoplasia. La quimioterapia se administra para matar las células cancerosas y para prevenir su propagación a otras áreas del cuerpo.
La radioterapia se usa para destruir las células cancerosas usando rayos ionizantes.
La cirugía es la última opción y la más invasiva para eliminar el tumor.
Existe una amplia variedad de opciones de tratamiento para la neoplasia, pero el éxito depende en gran medida de la rapidez con la que se diagnostica el cáncer. Si el cáncer se diagnostica en sus etapas iniciales, es mucho más probable que se pueda tratar con éxito. La prevención sigue siendo la mejor línea de defensa contra el cáncer, por lo que es recomendable realizar exámenes médicos regulares para diagnosticar cualquier cambio anormal. Si usted recientemente ha sido diagnosticado con neoplasia, es importante que busque asesoramiento médico para obtener el mejor tratamiento posible.