El paradigma es, de manera simplista, una perspectiva o forma de pensamiento, como vehículo mental o forma de mirar la realidad. Es parte esencial de la forma en que pensamos, ya que condiciona directamente la forma en que construimos nuestra visión del mundo y, por tanto, los resultados que obtenemos. Un paradigma puede influir en una variedad de pensamientos, ideas y acciones, y determina en qué se nos centramos. Un paradigma puede estar formado por una serie de creencias, opiniones y valores, y pueden estar repetidas desde hace tiempo. Estas creencias e ideas a menudo influyen en lo que creamos, construimos y cómo llegamos a nuestras conclusiones.
Una vez que establecemos un paradigma, lo usamos como marco para interpretar la realidad.
Si nuestro marco es sólido, nuestras acciones serán consistentes con él.
El paradigma juega un papel importante en la toma de decisiones.
Esta influencia se extiende también a los resultados: un determinado resultado sólo es posible si se adapta al paradigma desde el que proviene. Estas teorías nos ayudan a clasificar la información que percibimos y ayudan a hacernos capaces de interpretar mejor nuestro entorno. Aprender y perfeccionar el paradigma nos ayuda a establecer y repetir nuestra worldview, lo cual nos ayuda a encontrar un orden en lo que de otro modo puede parecer desordenado. El razonamiento lógico y la mentalidad abierta son algunas herramientas útiles para poder comprender nuevas informaciones sin la influencia de los paradigmas establecidos. Esto, a su vez, puede ayudar a nosotros a romper los límites de nuestro pensamiento, a explorar nuevas ideas y a beneficiarnos de la experiencia de los demás. En pocas palabras, un paradigma puede ser entendido como un marco de referencia mental, un conjunto de creencias que informa nuestra percepción y comprensión de la realidad. Estas creencias actúan como filtros para nuestra interpretación del mundo, tanto en nuestras decisiones como en nuestros resultados. El desarrollo de un paradigma seguro y constante es un paso importante para alcanzar la consistencia de pensamiento, sin importar cuán cambiantes o complejas puedan ser las circunstancias. El descubrimiento y la aplicación consciente de los paradigmas útiles pueden ayudarnos a ver más allá de los límites existentes y ampliar nuestro potencial mental.