La parestesia se refiere a las sensaciones cutáneas anormales que con frecuencia se describen como hormigueo, entumecimiento, picor o sensación de `alfileres y agujas`. Aunque puede manifestarse en cualquier parte del cuerpo, más comúnmente se experimenta en las extremidades: manos, pies, brazos y piernas. En la mayoría de los casos, la parestesia es transitoria y se resuelve por sí sola sin tratamiento.
Sin embargo, también puede ser un indicativo de condiciones más serias que requieren atención médica.
La parestesia puede ser temporal o crónica.
La parestesia temporal, la más común, a menudo es causada por mantener una misma posición durante un período prolongado, como mantener las piernas cruzadas o dormir sobre un brazo. Este tipo de parestesia se resuelve rápida y fácilmente aliviando la presión sobre el nervio afectado. En contraste, la parestesia crónica o persistente puede ser sintomática de diversas afecciones neurológicas o condiciones médicas más graves. Estas incluyen enfermedades tales como esclerosis múltiple, accidentes cerebrovasculares, neuropatía periférica, menopausia, lupus, la enfermedad de Lyme y una variedad de trastornos de la columna vertebral.
Además, la deficiencia de ciertas vitaminas y minerales también es una causa común de parestesia.
Los más comunes son el hormigueo y entumecimiento, que a menudo son descritos como una sensación de `alfileres y agujas`. Sin embargo, también se puede experimentar ardor, picazón, frío o calor, sensación de hinchazón o la sensación de que una parte del cuerpo está `dormida`. En algunos casos, puede haber una reducción o ausencia total de sensibilidad en el área afectada. Por otro lado, a menudo el diagnóstico de la parestesia es difícil debido a la diversidad de sus posibles causas. Un médico podría necesitar toda una serie de pruebas e historial médico del paciente para identificar la causa subyacente. Esto puede incluir exámenes de sangre, pruebas de imagen como rayos X o resonancias magnéticas, y pruebas de conducción nerviosa para evaluar la función de los nervios periféricos. En el caso de la parestesia temporal, simplemente cambiar de posición o masajear el área afectada puede aliviar los síntomas. Esto puede incluir medicamentos para tratar enfermedades neurológicas, suplementos dietéticos para corregir deficiencias de vitaminas o minerales, cambios en el estilo de vida como una mejor dieta o más ejercicio, o en algunos casos, cirugía.
Por lo tanto, cualquier tratamiento debe estar dirigido a tratar la causa subyacente de la parestesia, en lugar de simplemente aliviar los síntomas. Si experimenta parestesia persistentemente, es importante buscar atención médica para identificar y tratar cualquier condición médica subyacente. En resumen, la parestesia es un fenómeno común que la mayoría de las personas ha experimentado en algún momento. Aunque a menudo es temporal y benigna, también puede ser un indicativo de condiciones médicas más serias. Como tal, es esencial entender sus posibles causas, cómo interpretar sus síntomas y cuándo buscar atención médica.