Un parvovirus, también conocido como parvoviridae, es un grupo de virus que subyace en una gran variedad de mamíferos, como caninos, felinos, humanos y roedores. Estos virus son relativamente pequeños, por lo que se cree que se originaron de otros virus, como los herpéticos o los retrovirus. Se rastrea a través del contacto directo con la piel o el contacto indirecto a través del agua, alimentos u objetos contaminados. Los síntomas de la infección con parvovirus pueden variar según cuál de los muchos subtipos se estén viendo; sin embargo, algunos síntomas comunes incluyen vomitar, diarrea, fiebre, cansancio, vómitos y falta de apetito.

En una variedad de especies, los parvovirus también pueden ser muy mortales.

Los parvovirus se dividen en dos categorías principales: los parvovirus entericos y los parvovirus no entericos. Los parvovirus entericos a menudo se presentan en forma de infecciones intestinales y afectan al tracto gastrointestinal del animal o la persona. Estas infecciones a menudo se transmiten a través del contacto directo con la boca o el contacto indirecto con superficies contaminadas. Algunos ejemplos de estos parvovirus incluyen el virus de la parvovirosis canina, el virus de parvovirosis felina, el virus de gastroenteritis infecciosa canina y el virus de gastroenteritis infecciosa felina. Los parvovirus no entericos se relacionan con enfermedades cardíacas, en las que el virus se localiza principalmente en el corazón y a veces en los pulmones y afecta el ritmo cardíaco del paciente.

Estos parvovirus se pueden transmitir a través de contacto directo, como el contacto sexual, el contacto con secreciones respiratorias y el contacto con fluidos corporales, o indirectamente a través de superficies contaminadas con el virus.

Los síntomas asociados con una infección con parvovirus no entericos incluyen cansancio, falta de aliento, cianosis, presión arterial baja, debilidad muscular, dolor de cabeza y fiebre alta. Los tratamientos para la infección con parvovirus varían, dependiendo del tipo y severidad de la infección. En el caso de parvovirus entericos, el tratamiento generalmente consiste en cuidados de suporte, como reponer líquidos y electrolitos para combatir la deshidratación, y clavar el estado de funcionamiento del sistema digestivo para limitar el daño al tracto intestinal.

En el caso de los parvovirus no entericos, muchas veces se recurre a la cirugía del corazón para controlar los problemas cardíacos y se recomienda el seguimiento continuo para garantizar la salud a largo plazo.

En general, se deben tomar las precauciones para prevenir la infección con parvovirus.

Estas precauciones incluyen el mantenimiento de un buen estado de salud general mediante la vacunación regular contra los parvovirus, el mantenimiento de buenas prácticas de higiene y el lavado de manos con frecuencia, especialmente después de estudiar, trabajar o manipular objetos contaminados, como los artículos para mascotas.

El contacto con animales infectados también debe evitarse.

Los parvovirus son muy diferentes a otros patógenos infecciosos; sin embargo, es importante estar informado sobre los riesgos y averiguar qué estrategias pueden ponerse en práctica para reducir el riesgo de infección.

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