Pirexia es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que puede conducir a la discapacidad funcional si no se trata a tiempo. Los signos y síntomas más comunes incluyen erupción, prurito, áreas enrojecidas, protuberancias o manchas negras o marrones en la piel, a veces acompañadas de ampollas de pus. Esta afección puede ser muy dolorosa y, a menudo, en su forma crónica, no es fácil de tratar con los tratamientos de seguimiento estándar, como las cremas tópicas.La pirexia se presenta sobre todo en niños y adultos jóvenes; la mayoría de los pacientes se diagnostica por primera vez entre los 10 y los 25 años de edad. Hay diferentes tipos de pirexia, que pueden diferenciarse por la ubicación de la erupción cutánea, su curso y su causa. Algunos de los tipos de pirexia más comunes son la eccema, el alergodermato, la queratodermia, el lupus eritematoso sistémico y la pustulosis palmoplantar.La eccema, el alergodermato y el envenenamiento por plantas son formas de pirexia que se ven principalmente en los niños. La eccema generalmente se desarrolla en áreas de la piel como los codos y las rodillas y puede provocar enrojecimiento, descamación, prurito e inflamación. El alergodermato, por otro lado, se asocia con picazón intensa y granulaciones en la superficie de la piel. Los síntomas se desencadenan por una alergia a la comida o los alérgenos como el polen.
Los síntomas de envenenamiento por plantas incluyen ampollas, picazón e inchazón.
Esto puede estar en relación con el contacto con ciertas plantas como hiedra venenosa.
La queratodermia es un tipo de pirexia caracterizada por protuberancias endurecidas de la piel.
Estas protuberancias se forman en lugares secos como la cara, los codos, los pies y las manos. El lupus eritematoso sistémico (LES) implica una erupción cutánea en forma de opciones solares, acompañada de fatiga, dolor muscular, fiebre y otros síntomas. Finalmente, la pustulosis palmoplantar es una forma difícil de tratar de pirexia caracterizada por protuberancias en forma de “bebé” que se extienden por la mano y los pies. También hay otros tipos de pirexia, como la pitiriasis rubra pilaris y la erupción por estafilococos.Los médicos generalmente tratan la pirexia mediante una combinación de terapias topicales, terapias orales y terapias hormonales. Los medicamentos tópicos incluyen ungüentos y cremas que se aplican directamente en la piel para reducir la irritación y calmar el prurito. Los medicamentos orales, como los esteroides, pueden ser utilizados para reducir la inflamación o aliviar el dolor. Las terapias hormonales, como el tratamiento con dosis muy bajas de radiación, pueden ayudar a reducir la inflamación y la erupción cutánea asociada con el lupus eritematoso sistémico (LES).Para una mejor comprensión de la pirexia y sus tratamientos, es importante hablar con un médico calificado para recibir un diagnóstico apropiado y un plan de tratamiento adecuado. El éxito de los tratamientos depende de mantener el enfoque en los síntomas y parar la progresión de la enfermedad. A menudo, se requiere control en el hogar para minimizar los síntomas y evitar la progresión de la enfermedad.