El placebo es una intervención que carece de actividad específica o efecto terapéutico conocido, aunque es capaz de producir respuestas en algunos individuos. El placebo se ha definido como “un procedimiento cuya intención es entregar algún efecto psicológico o biológico a un ensayo clínico o un tratamiento médico, independientemente de cualquier ingrediente farmacológicamente activo presente en la formulación”.
Un uso común del término “placebo” se refiere al uso de un medicamento que no contiene ningún principio farmacológicamente activo, sino que está diseñado para simular un tratamiento con un medicamento con un principio activo clínicamente activo.
Tales medicamentos tienen un efecto placebo relacionado con una percepción subjetiva de mejora, incluso cuando en realidad no hay ningún efecto terapéutico objetivable. Los placebos se usan comúnmente en ensayos clínicos para medir la eficacia de un tratamiento determinado. Por lo tanto, en el ensayo clínico del placebo-controlado, un grupo de participantes recibe el tratamiento activo, mientras que un segundo grupo recibe el placebo. Al comparar los resultados del tratamiento activo con los del placebo, los investigadores pueden determinar si hay diferencias significativas. Se sabe que no hay resultados positivos en la aplicación dePlacebo, y su empleo no contribuye al cambio directo de la padecimiento o enfermedad, sino sólo resultados derivados de la satisfacción de haber tomado algo para aliviar la enfermedad.
El placebo hace uso de la capacidad del cerebro y del cuerpo para producir respuestas clínicas a los estímulos, ayudando a nuestro cuerpo a liberar los neurotransmisores necesarios para mejorar su estado y su salud.
Algunos creen que no actúa directamente con la enfermedad en sí, sino que ayuda a relajar y calmar a la persona que lo toma, lo que a su vez mejora su estado de salud.
Esta respuesta psicológica puede ser estudiada en el contexto de la respuesta condicionada, ya que el cuerpo está aprendiendo una asociación entre el placebo y un resultado positivo. La eficacia de un placebo depende de varios factores, incluyendo el momento exacto en que se prescribió el medicamento, el lugar donde fue administrado, el diseño del envase, la presencia o ausencia del personal médico y la presentación verbal del tratamiento.
Los placebos también pueden tener efectos duraderos, incluso después de que el tratamiento ha terminado.
Los beneficios de un placebo pueden estar relacionados con la mejora de los síntomas del paciente. Los efectos del placebo pueden variar desde una mejora leve de los síntomas hasta grandes mejoras que disminuyen la enfermedad radicalmente. Algunos estudios indican que el placebo puede tener un efecto en varias enfermedades, como el dolor, la depresión y la ansiedad. Los efectos del placebo se pueden medir a través de ensayos clínicos, que se llevan a cabo para determinar si el medicamento es efectivo. Sin embargo, el placebo también puede ser un problema, ya que a veces los resultados pueden ser difíciles de distinguir de los resultados reales. Existe la posibilidad de obtener reducciones menores en los síntomas, incluso si no hay ningún tratamiento activo, lo que puede llevar a un juicio erróneo y resultados no óptimos. También puedes ser vulnerables a la posibilidad de ver efectos del placebo cuando realmente no los hay. A pesar de los problemas que el uso del placebo puede presentar, es una herramienta indispensable para determinar el éxito o fracaso de un tratamiento o medicamento en un ensayo clínico.
Algunas veces estos medicamentos no tienen un efecto significativo en el tratamiento de los pacientes, pero si se comparan con una dosis placebo, la diferencia en el resultado puede ser significativa.
El placebo sigue siendo una herramienta importante para comprender diferencias en los efectos y los resultados de los tratamientos así como para poder determinar con exactitud la eficacia de un tratamiento.
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