Las plaquetas son un tipo de células sanguíneas presentes en la sangre que desempeñan un papel vital en el proceso de coagulación. Estas células son producidas en la médula ósea y son más pequeñas que los eritrocitos, los glóbulos blancos y otros elementos presentes en la sangre.
Los niveles de plaquetas en la sangre son un buen indicador de la salud general.
En términos simples, estas células son necesarias para ayudar a prevenir hemorragias y proporcionar cobertura adecuada en caso de una herida. Las plaquetas contienen tejido conectivo, fibrinógeno, una gran cantidad de enzimas y algunos elementos de la pared celular. Cada una de ellas está formado por un núcleo y una membrana externa que contiene gránulos de plaquetas. Estos gránulos contienen sustancias químicas específicas llamadas factores de coagulación, responsables del proceso de curación y la detención de sangrado en el sitio de la lesión. Las plaquetas desempeñan un papel importante durante el proceso de hemostasia, lo que significa regular el tiempo adecuado para que la sangre se detenga. Durante el sangrado, las plaquetas ayudan a formar un plug que se acumula sobre el sitio de la lesión para ayudar a prevenir la pérdida de sangre. Esto requiere una reacción química para formar el tapón plaquetario, que consiste en la adhesión de las plaquetas a la superficie de la lesión. Estas aglutinan alrededor de la lesión, lo que les permite juntarse y formar un tapón para formar una barrera. Además, las plaquetas ayudan a controlar otras enfermedades graves, como los trastornos trombocitopénicos que reducen en gran medida la producción de plaquetas en la médula ósea. Esto se produce cuando el cuerpo no tiene suficientes plaquetas para prevenir la hemorragia o cuando se incrementa la plaquetopenia (baja cantidad de plaquetas en la sangre). Los niveles bajos de plaquetas en la sangre también pueden estar relacionados con algunas enfermedades autoinmunes u otras afecciones (por ejemplo, leucemia, enfermedades hepáticas, infecciosas).
Se recomienda realizar pruebas de sangre regulares para controlar los niveles de plaquetas.
Si los niveles son bajos, se puede requerir un tratamiento para restaurar los niveles normales.
Tenga en cuenta que estas pruebas no solo determinan los niveles de plaquetas sino también la velocidad de sangrado, la actividad de las plaquetas y la cantidad de tiempo que lleva sangrar.
En general, las plaquetas son una parte importante del sistema inmune y contribuyen a la capacidad del cuerpo para curar y prevenir la hemorragia.