La podología es una profesión de la salud que se ocupa del cuidado y tratamiento médico y quirúrgico de los pies y tobillos. Esta profesión es tan antigua como la medicina y se atribuye a los egipcios, quienes fueron los primeros en estudiar la función estructural y mecánica del cuerpo humano. Los podólogos son profesionales cualificados que estudian cada parte del pie para tratar afecciones, lesiones y enfermedades que afectan al sistema músculo-esquelético, el sistema vascular y la piel de los pies.
El podólogo también proporciona la educación que necesitan sus pacientes para mantener y proteger sus pies. Los podólogos utilizan una variedad de técnicas para tratar afecciones como juanetes, callosidades, ojos de pescado, pie de atleta, ungüentos y onicomicosis. Estas enfermedades pueden ser tratadas mediante el uso de medicamentos, terapias no quirúrgicas o, en algunos casos, cirugía. El objetivo principal de los tratamientos podológicos es prevenir complicaciones, asegurar la funcionalidad de los pies y mejorar el bienestar general de los pacientes.
La atención podológica comienza con una evaluación inicial.
Durante esta evaluación, el podólogo realizará una entrevista para conocer mejor a un paciente, preguntarles acerca de sus condiciones médicas y los problemas existentes. El profesional también realizará un examen físico detallado de los pies y los tobillos, incluyendo rayos X y ecografías. Al determinar el diagnóstico del paciente, el podólogo discutirá los tratamientos recomendados, así como el plan de cuidados y el grado de supervivencia. Si bien los tratamientos podológicos podrían variar según el diagnóstico del paciente, los métodos de tratamiento más comunes incluyen terapia con láser, fisioterapia, crioterapia y la administración de medicamentos.
Por lo general, el primer paso para tratar una afección es aplicar una crioterapia.
El láser se puede usar para eliminar tejidos muertos, aliviar el dolor y reducir la inflamación. La fisioterapia se utiliza para mejorar la función muscular y movimiento del pie, mientras que los medicamentos se utilizan para controlar las infecciones y problemas circulatorios. El podólogo también puede recomendar cambios en el estilo de vida del paciente para mejorar el estado de los pies. Recomendaciones comunes incluyen evitar el uso de abrigos apretados, tomar descansos de los zapatos durante largos períodos de tiempo y evitar el ejercicio excesivo.
Estas acciones pueden ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar pies problemáticos.
Los podólogos pueden ayudar a sus pacientes a mantener y proteger sus pies al educarlos sobre los pasos que se deben tomar para mantener los pies saludables. Los consejos comunes incluyen mantener los pies limpios y secos, asegurarse de que los zapatos tengan una correcta absorción de impacto, usar calcetines adecuados y evitar la exposición a largo plazo al frío y/o calor.
Es evidente que los pies tienen una función muy importante en la vida diaria tanto para mantener el equilibrio corporal como para transportarnos por el mundo. El descuido de los pies, las lesiones y las condiciones médicas pueden hacer que caminar sea difícil o incluso imposible. La podología se encarga de tratar enfermedades, lesiones y afecciones que afectan a los pies y tobillos para mejorar la calidad de vida general de sus pacientes.