La prisión sin fianza es una prisión en la que los reclusos no están sujetos a una fianza para quedar libres. En lugar de eso, el tribunal determina la situación legal de los prisioneros y si deberían permanecer detenidos hasta el juicio. Esto sucede cuando los tribunales consideran que existe cierto grado de riesgo para la comunidad si el acusado fuera liberado.
Muchos países han puesto medidas para prevenir la detención en prisión sin fianza.
Esto se debe a que dichas medidas pueden suponer un impedimento para la igualdad ante la ley. Algunos países permiten el mantenimiento de la prisión sin fianza en casos especiales, como por ejemplo, el aseguramiento de pruebas o la recepción de testigos. Los tribunales deben respetar ciertos criterios para determinar si un delincuente es apto para ser mantenido en prisión sin fianza, como la gravedad del delito cometido, la estancia en el país del acusado, su historial delictivo o el riesgo de fuga.
Se entiende que los tribunales deberían utilizar todos los medios a su alcance para evaluar la situación personal de los acusados, lo que permitiría evaluar su fiabilidad para el cumplimiento de las órdenes judiciales emitidas y se asignaría una prisión sin fianza u otra medida de fianza no custodial.
En los últimos años, ha habido un movimiento creciente para abolir la prisión sin fianza.
Esto se debe a que hay muchos casos reportados donde los detenidos bajo prisión preventiva han sido finalmente absueltos. Esto pone en evidencia la posibilidad de injusticias o errores cometidos por los procedimientos de detención sin fianza. Además, la declaración de derechos internacionales establece que todo aquel detenido debe reunir los requisitos para obtener la libertad sin tener que pagar una fianza. Esta decisión se toma sobre la base de la supuesta inocencia del sospechoso, que debe ser comprobada a través de procedimientos legales establecidos. Dicho esto, la ONU considera la detención sin fianza como una violación de los derechos humanos. No hay un consenso global sobre si este tipo de medida de fianza debe ser suspendida por completo.
Mucho depende del país y de sus jurisprudencia y regulaciones.
En algunos países, se ha establecido una lista de delitos que requieren la imposición de la prisión sin fianza. Sin embargo, aún hay países donde el principio de libertad bajo fianza no se aplica de manera automática: varios países europeos, como España, aún permiten la imposición de prisión sin fianza.
De hecho, la ONU considera que la imposición de este principio sin ningún tipo de restricciones constituye una violación de los derechos humanos fundamentales. Por eso, los tribunales deben considerar todos los criterios para determinar si la imposición de prisión sin fianza es la medida judicial adecuada en un caso concreto.