La psicosis es un trastorno mental grave que se caracteriza por síntomas psicológicos y/o delirios.

Se deriva del latín para descripción de `enfermedad mental`.

El término `psicosis` generalmente se usa para describir un conjunto de síntomas que incluyen alucinaciones, delirios, lenguaje disfuncional y reducido afecto emocional o pérdida de la inhibición social. Estos síntomas son el resultado de un trastorno mental que puede ocurrir en forma de esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno delirante o trastorno delirante desorganizado. Una persona con un trastorno psicótico experimenta distorsiones en la percepción, alucinaciones auditivas o visuales, ideas delirantes, beliefs irracionales, anormales procesos de pensamiento, pensamiento desorganizado y discurso y comportamiento desorganizado. Los síntomas pueden ser menos severos y pueden ser tratables con tratamiento psicológico y medicamentoso adecuado.

El trastorno psicótico afecta aproximadamente al 3% de la población mundial.

Las alucinaciones son experiencias sensoriales anormales (visiones, sonidos, sabores, olores, tacto) que se sienten como reales, muchas veces acompañadas por un sentido de terror y miedo injustificado. Las alucinaciones pueden afectar a cualquiera de los cinco sentidos o más de un sentido al mismo tiempo. Los delirios son creencias que se mantienen a pesar de evidencias significativas que sugieren lo contrario. Son a menudo paranóicas (creencias de persecución o amenazas) o bizarramente religiosas o místicas (creencias sobrenaturales o fuerzas extrañas). Los delirios en forma de preocupación obsesiva, producen mucho sufrimiento y explican la influencia de la personalidad en la susceptibilidad a los trastornos psicóticos. Los trastornos del pensamiento pueden incluir tales cosas como la falta de organización del pensamiento, pensamiento circular, tendencia a la pontificación o la desorganización lógica de los pensamientos. Esto se ve en la falta de inhibición, el comportamiento agresivo u otros comportamientos potencialmente peligrosos. Por lo general, el tratamiento incluye la psicoterapia, la toma de medicamentos y apoyo a la familia. Estos medicamentos pueden ser útiles para aliviar los síntomas, al igual que reducir el nivel de ansiedad o mejorar la memoria a corto plazo. La terapia psicológica se centra en el comportamiento anormal y en enfocar los problemas psicológicos presentes. Esto puede incluir técnicas como la terapia cognitiva-conductual para ayudar a normalizar los patrones de comportamiento y de pensamiento de la persona. Recibir ayuda es esencial para mejorar los síntomas y deshacerse del trastorno psicótico lo más pronto posible. Buscar apoyo y comprensión de amigos y familiares, asistir regularmente a reuniones con el profesional de la salud mental y otros profesionales de la salud, y buscar recursos adicionales como servicios de asesoramiento o grupos de apoyo.

El enfoque de tratamiento debe ser integral y muchas veces implica la colaboración de numerosos profesionales. Es importante tratar el trastorno psicótico de inmediato ya que hay una mayor probabilidad para que los síntomas se agravan con el tiempo. Buscar ayuda temprano puede prevenir posibles condiciones crónicas y limitar el estrés físico, mental y emocional. Para sacar conclusiones, el trastorno psicótico se caracteriza por distorsiones en la percepción, alucinaciones, delirio, disorganización del pensamiento y discurso y comportamiento anormal que pueden ser menos severos y tratables con tratamiento adecuado.

El tratamiento se dirige a aliviar los síntomas y tratar el trastorno lo más rápido posible con medicamentos recetados, terapia psicológica y apoyo de familiares.