Racismo es una creencia o un comportamiento que otorga a ciertos grupos humanos cualidades reales o atribuidas inferiores. Esta creencia se basa en una jerarquización arbitraria de razas, una idea socialmente construida en la que una raza es mejor que otra. Esta idea se asocia con ideologías de superioridad/inferioridad relacionadas con la ideología del supremacismo, donde una raza dominante excluye, explota o oprime a otras razas. A pesar de que el término “racismo” generalmente se refiere a la discriminación hacia los afrodescendientes, también se han utilizado términos como “xenofobia” o “prejuicio” para referirse a la discriminación hacia otras personas racializadas.

Se fundamenta en la creencia de que ciertas razas son superiores a otras.

Esta superioridad se mantiene capitalizando los estereotipos relacionados con cada raza.

Esta discriminación puede variar de la desigualdad de recursos y oportunidades para alcanzar una educación óptima, una mejor comprensión de las habilidades y una mejor calidad de vida en general, hasta procesos más drásticos, como la violencia directa con la formación de grupos selectos que limitan el avance de una determinada raza.

La raíz del racismo se remonta a los días modernos de la esclavitud.

La esclavitud fue fundamentalmente un instrumento de control racial creado para asegurar que los afrodescendientes permanecieran bajo el control de los blancos, mientras se les negaba a los primeros la posibilidad de progresar.

Además, el racismo se fundamenta en la simple asunción de la existencia de supuestas diferencias raciales intrínsecas. Esta suposición sobre la naturaleza equivocada de la raza lleva a la segregación, tortura, discriminación y violencia con respecto a ciertas minorías raciales. Otro factor clave para entender el racismo es el deseo de una persona o grupo minoritario para mantener su identidad racial al reforzar los modelos establecidos sobre lo que es ser uno mismo.

Esto normalmente puede ocurrir entre grupos étnicos cercanos, donde un grupo trata de clasificar al otro de manera singular y generalizar sus características con un arquetipo uniforme. Además de la creencia de que los rasgos raciales pueden determinar el potencial de una persona, el racismo puede manifestarse como cancelación racial. Esto significa que tipo de priviligaciones y recursos reciben las personas como resultado de su identidad racial. Esto puede constituirse en situación donde minorías racializadas o inmigrantes son tratados de manera diferente comparado a la mayoría por el solo hecho de su procedencia o color de piel. Finalmente, una de las raíces de la discriminación racial es la historia imperialista y colonialista, que ha permitido a los estados occidentales, predominantemente blancos, tener una posición privilegiada sobre el resto del mundo.

Esta historia está ligada a una percepción desigual de las personas de las diferentes razas, que ha persistido hasta la actualidad. En conclusión, el racismo es una ideología de supremacía blanca con raíces en la esclavitud y la conquista colonial, con el fin de mantener y promover la desigualdad y la discriminación en la sociedad.

Además, el racismo implica el desarrollo de estereotipos destructivos y la negación del progreso y crecimiento de aquellos discriminados. Estos ejemplos únicamente indican el racismo en su luz más evidente, pero la realidad es que el racismo afecta a todos los grupos, incluso a aquellos cuyas identidades son subrepresentadas o invisibilizadas.

Estos grupos no deben ser excluidos de la lucha contra el racismo y tienen que ser reconocidos por su presencia y sus contribuciones a la sociedad.