Sarcopenia es el término utilizado para describir la pérdida natural de masa muscular y fuerza a medida que la persona envejece. La pérdida de músculo puede disminuir la capacidad de una persona para realizar actividades básicas, lo que puede provocar problemas como el aumento del riesgo de caídas y la limitación de actividades de la vida diaria.
Sarcopenia es un trastorno muy común que afecta principalmente a las personas mayores.
Aproximadamente el 40 por ciento de los adultos mayores de 65 años padece sarcopenia.
Otro estudio estima que el 40 por ciento de los ancianos tienen al menos un 5 por ciento de pérdida de masa muscular desde la edad de 50 años. se prevé que la prevalencia de sarcopenia aumentará con la edad, particularmente entre los adultos mayores de 80 años.
Muchos factores son responsables de la pérdida de masa muscular asociada con la edad.
Se han identificado numerosos mecanismos y causas subyacentes entre la músculo y la edad, incluyendo la disminución de la masa muscular de los músculos, la reducción de la vigor muscular, y el debilitamiento de los ligamentos y tendones asociados con la edad.
Músculo la función muscular también se vé afectada por cambios en los procesos metabólicos, como la reducción de los niveles de serotonina, un neurotransmisor que se cree que juega un papel importante en el mantenimiento de la masa muscular y la fuerza.
Además, otros factores como el estilo de vida, los hábitos alimenticios y la salud mental, también pueden contribuir a la degeneración de la masa muscular. La falta de actividad física, el aumento del tabaquismo y el abuso de alcohol contribuyen al desarrollo de sarcopenia. Otro factor es la ingesta de nutrientes inadecuada, que se cree que disminuye la disponibilidad de los nutrientes que son necesarios para el desarrollo y el mantenimiento de la masa muscular.
Esto se ha demostrado que contribuye a la disminución de la fuerza muscular y especialmente en los adultos mayores. El estrés oxidativo es un proceso en el cual los radicales libres dañan los tejidos musculares. Estos radicales libres dañan los músculos, lo que repercute en una reducción en el funcionamiento muscular. Además del estrés oxidativo, los cambios hormonales también desempeñan un papel en la pérdida de músculo. Estos cambios incluyen una disminución en los niveles de hormonas como la testosterona y la hormona del crecimiento, así como el aumento en la producción de sustancias proinflamatorias. Un tratamiento, por ejemplo, incluye medicamentos para ayudar a reducir el dolor muscular y aumentar la fuerza, como los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos para reducir el dolor muscular, los antidepresivos para ayudar con los cambios en el comportamiento asociados con la sarcopenia, y los suplementos nutricionales para proporcionar los nutrientes necesarios para estimular el crecimiento muscular.
Además de la medicación, los ejercicios también pueden ser útiles para reducir los síntomas de la sarcopenia. Los ejercicios aeróbicos, tales como caminar, nadar, andar en bicicleta, nadar, y caminar al aire libre, pueden ayudar a aumentar la masa muscular y la fuerza. Los ejercicios de resistencia también pueden ser beneficiosos para los adultos mayores, ayudando a reducir el riesgo de lesiones musculares. Por último, se deben hacer algunos cambios en el estilo de vida para ayudar a prevenir o reducir los síntomas de la sarcopenia. Esto incluye hábitos saludables como el control de la dieta, el mantenimiento de actividades físicas regulares, el control del estrés, hablando con un profesional de salud mental si es necesario, y evitando el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
También es aconsejable realizar anualmente un examen médico general para detectar la sarcopenia y para tratar los síntomas a tiempo. En general, la sarcopenia es un trastorno muy común que afecta principalmente a las personas mayores. Por lo tanto, es fundamental tener en cuenta los factores que pueden contribuir a la pérdida de masa muscular asociada con la edad. Con el tratamiento adecuado y los cambios en el estilo de vida correctos, los síntomas de sarcopenia pueden ser reducidos y los riesgos para la salud minimizados.