El Síndrome de Intestino Permeable (Sibo) es una condición gastrointestinal crónica caracterizada por una disminución de la función de las barreras naturales del intestino que permiten que los nutrientes se absorban y nutran las células del cuerpo.

Durante una evaluación médica, los proveedores de atención médica buscarán señales de malabsorción, lo que significa que no hay suficiente absorción de nutrientes vitales como el calcio, el magnesio, el hierro, la vitamina B12 o el ácido fólico.

El Sibo se ha asociado con una variedad de manifestaciones clínicas en diferentes áreas del cuerpo. Los síntomas típicos de Sibo incluyen diarrea, estreñimiento, gases, distensión abdominal, flatulencia, dolor abdominal, malestar, irregularidad intestinal y pérdida de peso. El malestar generalmente empeora después de comer e incluye fatiga, náuseas y otros síntomas gastrointestinales, así como síntomas extra gastrointestinales.

Estos pueden incluir dolor de cabeza, picazón, bochornos, artritis, ansiedad y depresión.

Los signos de malabsorción sugieren el diagnóstico de Sibo; sin embargo, la mayoría de los departamentos de atención médica recomiendan una prueba de gas para establecer el diagnóstico definitivo. Esta prueba mide la cantidad de gas producido por los microbios intestinales, mientras que el análisis de las heces ayudará a determinar si hay un desequilibrio en los intestinos. Los resultados pueden proporcionar información útil sobre la presencia de bacterias patógenas, que a su vez ayudan a los médicos a elegir un tratamiento adecuado para la condición. Una vez establecido el diagnóstico de Sibo, es importante comenzar el tratamiento para reducir la cantidad de bacterias en los intestinos. Además de la dieta, los tratamientos farmacológicos y antibióticos se usan para disminuir la cantidad de bacterias y ayudar a establecer un balance natural. Los suplementos dietéticos con hierbas, incluyendo el jengibre y la hierbabuena, se utilizan a menudo para aliviar los síntomas, al igual que el tratamiento con probióticos para ayudar a reponer las bacterias normales en el intestino.

Es posible prevenir el Síndrome de Intestino Permeable aumentando la cantidad de alimentos ricos en fibra en la dieta. Esto incluye frutas, verduras, frutos secos y semillas, y los alimentos ricos en antioxidantes, como el té verde. También se recomienda limitar la ingesta de alimentos procesados, grasas saturadas y alimentos ricos en azúcares refinados.

Además, los pacientes con Sibo pueden encontrar beneficios al tomar probióticos, vitamina D y magnesio.

El ejercicio también se recomienda para ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y restaurar el equilibrio saludable del tracto gastrointestinal. El Síndrome de Intestino Permeable es una condición crónica incurables, aunque los síntomas suelen mejorar con el tratamiento adecuado. Los pacientes con Sibo deben trabajar con un profesional de la salud para encontrar la mejor forma de tratar su condición y prevenir recaídas de los síntomas. Para ayudar a los pacientes a gestionar sus síntomas, el trabajo con proveedores de atención competentes para ayudarles a desarrollar un plan de manejo, alivia los síntomas durante el proceso.