Snooker es un deporte de mesa muy antiguo, y uno de los más populares del mundo. Es un juego de billar similar al billar americano, en el que se utilizan 22 bolas con una variedad de colores diferentes: 15 rojas, 6 de forma diferente (amarillos, verdes, marrones y azules) y una negra.
El objetivo es conseguir ganar puntos por embocar una bola en una bolsa.
Snooker significa literalmente “un lugar estrecho”.
El origen se remonta a 1875, cuando un profesor inglés llamado Sir Neville Chamberlain inventó el juego en Cambrige. El juego se popularizó rápidamente entre los universitarios a partir de entonces; incluso hasta el día de hoy, esta clase de billar sigue siendo un deporte muy popular en los campus universitarios británicos.
En su formato original, Snooker se jugaba con 15 bolas, que representan los números del 1 al 15. Hay seis bolas de colores diferentes (amarillas, verdes, marrones, rocas y azules), y una bola negra. La bola negra es la más difícil de embocar, y si alguien la logra golpear, conseguirá los mayores puntos del juego. Aunque el objetivo del juego es marcar la mayor cantidad de puntos, todos deben intentar golpear primero las bolas rojas. Cada bola roja tiene un valor de un punto, y se tiene que proporcionar una alternativa entre cada una de ellas para que el movimiento no se repita.
Si se embocan dos bolas seguidas, entonces se pueden acumular puntos con los colores.
Cada bola de color recibe un puntaje diferente, dependiendo de la dificultad de embocarla, desde dos hasta siete puntos. En los últimos años, las competiciones profesionales de Snooker han resurgido en popularidad, con dos competiciones anuales – la Copa Mundial y la Copa de Platino – que dan al ganador la cima del Snooker mundial.
El ganador de estas dos competiciones se convierte automáticamente en el campeón de Snooker a nivel mundial. Además de esto, también hay numerosas competiciones nacionales en todo el mundo y los jugadores suelen competir por el título nacional. Los jugadores profesionales pasan mucho tiempo practicando su juego y estudiando los patrones de mesa únicos de cada uno. El nivel de competencia es muy alto y los jugadores con mayor edad y habilidad suelen tener un ventaja sobre los demás. Esas competiciones aportan algo de diversión a un deporte que ya de por sí lo es. Los aficionados acuden a las competiciones no sólo para ver a los mejores jugadores en acción, sino también para probar su propio juego frente a alguno de ellos en torneos de amigos.
Muchos países ahora se han unido a esta forma de recreación y están organizando torneos en todas las provincias. Esto ha permitido que miles de personas de todas las edades se unan para disfrutar de este antiguo deporte que sigue siendo muy emocionante. No hay que dudarlo, Snooker es un juego con mucho estilo y, si se practica la suficiente disciplina, uno puede llegar a ser un Gran Jugador. Así que si tienes la oportunidad de probarlo, sólo es cuestión de coger la tiza y comenzar a diseñar la mesa para marcar los próximos puntos.