El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de salud mental común que se caracteriza por dificultades para prestar atención, impulsividad, hiperactividad y problemas emocionales.
Puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en adultos.
El trastorno a menudo se diagnostica en la infancia, pero algunas personas no se dan cuenta de que tienen el trastorno hasta que llegan a la edad adulta. Con el TDAH, las personas pueden tener problemas para seguir las directrices, pueden tener problemas para cumplir con las obligaciones y cumplir los compromisos y tener dificultades para controlar los impulsos y seguir adelante.
Pueden distraerse con facilidad y dispersarse en su trabajo, angustiarse y volverse irritables con demasiada facilidad y tener problemas para relacionarse con los demás.
Estos síntomas pueden interferir en la vida profesional o personal de una persona.
Una de las principales causas del TDAH en adultos es el desequilibrio de neurotransmisores en el cerebro. Esto afecta la química cerebral, lo que dificulta la regulación del comportamiento o el control del impulso. Esto puede contribuir al comportamiento errático o imprudente que puede ser común en personas con TDAH. Además de los síntomas de desatención e hiperactividad, una persona con TDAH puede sufrir una serie de problemas. Estos pueden incluir problemas para controlar los impulsos, la tendencia a tomar decisiones arriesgadas y problemas para recordar datos y relacionarlos con el panorama general. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para planificar sus proyectos, iniciar y completar tareas, controlar su propia ansiedad, manejar la frustración y regular sus emociones.
Esto puede dificultar el logro de las responsabilidades profesionales o cotidianas.
Es importante tener en cuenta que el TDAH no es siempre un diagnóstico estable, y los síntomas pueden mejorar con el tratamiento y el manejo adecuado. Es posible que los tratamientos médicos, como los medicamentos, ayuden a estabilizar los síntomas del TDAH para mejorar la calidad de vida. Estos pueden incluir prácticas de relajación, como la respiración profunda, y técnicas de gestión del tiempo, como dividir tareas en pasos más manejables. También puede ayudar a las personas con TDAH asegurarse de que tienen suficiente descanso y hacer tiempo para actividades que disfruten. Además de esto, los profesionales de la salud mental y el apoyo de seres queridos puede mejorar la calidad de vida y la funcionalidad en el día a día. Con el tratamiento adecuado, las personas con TDAH pueden vivir de manera productiva, saludable y satisfactoria. Esto incluye aprender cómo manejar el estrés y tener la fuerza de voluntad para evitar los comportamientos impulsivos que pueden interferir con el bienestar general. También es importante comprometerse con el tratamiento y estar abierto a trabajar con un terapeuta para obtener el mejor resultado.