Tirar un protón es una técnica de diagnóstico médico que se usa para examinar el tejido pre-canceroso al interior de una persona. Se realiza mediante un dispositivo que proyecta partículas de pequeño tamaño llamadas «protones» hacia un área específica del cuerpo. Estas partículas proporcionan una lectura detallada de la densidad del tejido al interior de esa área, lo que permite a los médicos identificar células tumorales que no han crecido a un tamaño detectable por otros métodos de diagnóstico.
El movimiento de los protones se controla en un nivel microscópico, por lo que se tienen altos niveles de precisión a la hora de dirigir el haz de protones a un área específica.
Estos protones se mueven aproximadamente a una velocidad de 2.
2Mev/c y pueden penetrar profundamente en el tejido para detectar cambios celulares minimalistas.
Estas partículas de alta energía se encuentran en una forma ionizada durante el proceso, y esta ionización se usa para diagnosticar el estado de la célula en el interior del tejido.
Los médicos pueden controlar la profundidad a la que los protones se dirigen en el tejido mediante una computadora. Esto significa que se puede aumentar o disminuir la dosificación de radiación según sea necesario para cumplir con los objetivos establecidos en el examen. Esta destreza ayuda a asegurar que la dosis recibida sea lo suficientemente baja como para prevenir daño a cualquier tejido sano. Además, el proceso de tirar un protón reduce considerablemente el tiempo de tratamiento de los pacientes con cáncer, ya que los protones drenan la energía con mayor precisión. Otra ventaja de la técnica de tirar un protón es que es mucho más barata que los tratamientos convencionales para el cáncer. Esto se debe a que el equipo necesario para realizar esta técnica es más eficiente y no consume tanta energía como otros equipos de radioterapia. Esto permite que los centros asistenciales ahorren en energía, tiempo y costos a la hora de diagnosticar y tratar a sus pacientes. Los desarrollos más recientes en el campo de tirar a proton han permitido el uso de tecnología láser para dirigir los protones con mayor precisión. Esto permite que los médicos cambien la dosificación de radiación de acuerdo con las necesidades de los pacientes. Esta mayor precisión reduce significativamente el riesgo de dañar tejidos sanos alrededor del tumor y minimiza el riesgo de permanecer con algún tipo de deterioro de los tejidos tratados. En conclusión, tiro con protones es una técnica avanzada de diagnóstico para el cáncer que proporciona una detallada imagen del tejido canceroso al interior de la persona. Esta técnica ofrece muchas ventajas sobre los métodos tradicionales, incluida una mayor exactitud en la detección temprana de células tumorales, una mejor dosificación de la radiación y una menor carga financiera para los centros asistenciales.
El éxito de esta técnica se debe principalmente a su eficiencia en el uso de la energía, que ayuda a ahorrar tiempo y dinero.