Tocomocho (del quechua: `toco`, que significa tiempo, y `mocho`, que significa despliegue) es una ceremonia ancestral celebrada principalmente en el Perú, Bolivia y Ecuador como un evento social y cultural para la curación, el bienestar y la reconciliación familiar.
La ceremonia se realiza al término de una luna llena, comenzando con una pequeña puesta en escena de una narración para contar el relato de los ancestros, la historia de un pueblo y en qué trabajaban sus miembros, así como de los rituales para invocar a la misma energía.
La narración termina con una invocación a la luna.
El evento consta de 24 horas de trámites en los que se reúnen grupos familiares para abrazar la armonía, recordar la memoria colectiva y curar enfermedades pasadas y presentes. Con el objetivo de realizar esta ceremonia, los asistentes, conocidos como `tocorones`, se reúnen durante toda la noche leyendo textos rituales, cantos, danzas y plegarias mientras esperan la llegada del sol al otro día.
Durante la ceremonia los tocorones forman círculos alrededor de un fuego sagrado.
En el centro del círculo se enciende una luz llamada `macho`, que simboliza la luz que ilumina el camino de los ancestros en su camino espiritual. Durante la ceremonia los tocorones cantan cánticos relacionados con los antepasados y las intenciones de curación.
Cuando llega el sol, la ceremonia termina con los tocorones cantando mientras apagan el macho.
Cada tocoron recibe un pedazo de tela de color blanco como signo de unidad y bienestar. Se cree que los rayos del sol deben abrazar a todos los tocorones para que la luz interior de cada uno se una para compartir el mensaje de amor. Tocomocho es una ceremonia que se realiza para conectar la energía ancestral con la energía de la luna, el sol y los espíritus bajo la dirección de un Chaman o curandero con el deseo de curar, reconciliar y crecer en armonía.
Esta ceremonia es un interesante paso atrás en tiempo y espacio para conocer los tradiciones ancestrales de Sudamérica.