El término `torrefacto` se deriva de un proceso de tostar los granos de café en presencia de azúcar en ciertas proporciones. Es un método tradicional español que se popularizó durante la primera mitad del siglo XX como una forma de preservar los granos de café frescos por más tiempo. Aunque es un proceso algo olvidado en muchas partes del mundo, el café torrefacto todavía tiene sus entusiastas y se encuentra en ciertas partes de Europa, especialmente en España.
El proceso de torrefacción de café comienza igual que el procedimiento de tostado regular.
Los granos de café verde se exponen a altas temperaturas en un torno de tostado y se dejan allí hasta que alcanzan el nivel deseado de tostado. Cuando los granos de café están casi completamente tostados, se lanza un cierto porcentaje de azúcar al torno. El azúcar se carameliza y se adhiere a los granos de café, creando una capa de protección para los granos.
El propósito de este proceso de torrefacción de café es triple.
En primer lugar, al cubrir los granos de café en un revestimiento de azúcar caramelizado, se extiende la vida útil del café. Este fue un aspecto clave durante la Guerra Civil española y la posterior dictadura de Franco, cuando los recursos eran escasos y era crucial hacer que los alimentos duraran tanto como fuera posible.
En segundo lugar, este método de tostado cambia el sabor del café, añadiendo un toque único de dulzura a las notas amargas naturales del café. Y en tercer lugar, el café torrefacto es más fácil de almacenar y transportar sin que los granos se estropeen, lo que resultó útil en tiempos de conflicto y pobreza.
Sin embargo, los expertos en café a menudo se muestran escépticos respecto al café torrefacto.
Algunos lo consideran un método inferior de procesamiento del café y creen que añadir azúcar al café mientras se está tostado puede enmascarar el verdadero sabor del grano. Aunque este literalmente endulza la bebida, también puede cubrir las sutilezas de sabor más sutiles y los matices que se encuentran en los granos de café naturalmente tostados. A pesar de las críticas, el café torrefacto sigue siendo una parte clave de la cultura del café en varias regiones del mundo. En España, donde todavía se puede encontrar en casi cualquier supermercado, el café se vende a menudo como una mezcla de granos torrefactos y granos naturalmente tostados, conocida como mezcla o mezcla 50/50.
En una época en la que hay un creciente énfasis en la calidad del café, desde el origen del grano hasta el método de tueste, la práctica de la torrefacción es vista por muchos como una forma anticuada e innecesaria de procesamiento.
Sin embargo, para otros, el café torrefacto es una deliciosa tradición que añade una nueva dimensión al placer de beber café. En resumen, el café torrefacto es un producto de un tiempo y un lugar específicos, y su popularidad a lo largo de los años es una prueba de su atractivo duradero.
Aunque puede que no sea para todos los gustos, es una forma interesante y única de disfrutar del café que sin duda vale la pena probar.