Tourette es un trastorno neurológico poco común caracterizado por tics motores y vocales recurrentes.
Los tics motores son movimientos breves, involuntarios y recurrentes de los músculos que involucran la cara, el tronco y extremidades.
Los tics vocales son sonidos o palabras involuntarios y recurrentes.
El nombre Tourette proviene del neurólogo francés Georges Gilles de la Tourette, quien primero describió el trastorno en 1885.
Los síntomas pueden comenzar a cualquier edad desde la infancia hasta la edad adulta.
Los tics pueden incluir movimientos de la cara, como parpadeos, muecas, movimientos de la lengua y fruncimiento de cejas, así como mover los brazos, piernas o cuerpo. Los tics vocales también pueden ocurrir, como masticar, frotar, estornudar, aclamar o decir palabras o frases. Además de los tics, las personas con tourette también pueden experimentar otros trastornos, como déficit de atención / hiperactividad (TDAH) o trastornos del lenguaje como disfemia. También puede haber problemas de comportamiento en los niños, como irritabilidad, agresividad y obsesiones y compulsiones. Los trastornos relacionados con Tourette no son específicos para este trastorno, sino que pueden ser parte de otros trastornos, como el TDAH. Esto significa que los trastornos son parte de cómo se comporta un individuo y no hay cura o tratamiento único para estos trastornos. El tratamiento para el trastorno de Tourette generalmente está basado en las necesidades del paciente y puede incluir medicamentos, terapia o terapia ocupacional, así como otros enfoques de intervención. Los medicamentos pueden ayudar a controlar los tics involuntarios, mientras que la terapia puede ayudar a disminuir la ansiedad y los episodios de comportamiento obsesivo-compulsivo (OCD). Además, la terapia conductual y la educación familiar pueden ayudar a las personas con Tourette a entender mejor el trastorno y cómo manejar mejor la situación y los tics en particular.
La familia puede ofrecer apoyo para ayudar a la persona a lidiar con el trastorno de Tourette y los problemas asociados. La mayoría de las personas con Tourette puede llevar una vida normal; sin embargo, si no se trata, pueden sentirse ansiosos o avergonzados acerca de los tics. Cuanto más lo entiendan, más fácil será para ellos y su familia lidiar con el trastorno. Hay muchos recursos para la familia y los profesionales de la salud mental que ayudan a las personas con Tourette y sus familias a comprender y administrar el trastorno. En conclusión, Tourette es un trastorno neurológico poco común caracterizado por tics motores y vocales recurrentes. Los tics motores son movimientos involuntarios y recurrentes de los músculos que involucran la cara, el tronco y extremidades. El tratamiento generalmente incluye medicamentos, terapia y educación familiar para ayudar a las personas a entender mejor el trastorno y los problemas asociados.