Tsaf es una palabra hebrea que significa «opinión» o «consideración», pero también se utiliza para hablar de «pensamiento crítico». Todo en la vida hay un nivel de pensamiento crítico involucrado y eso se considera como tsaf en el hebreo. Tsaf es un concepto valioso, ya que nos ayuda a ver bandos contradictorios y mirar las cosas desde diferentes ángulos. Tsaf como se conoce en la cultura judía es importante en casi todas las épocas de la vida. Desde la época de los antiguos rabinos hasta el día de hoy, el pensamiento crítico se considera un componente básico de la educación judía. Por lo tanto, los estudiantes judíos se instruyeron a sí mismos en cómo analizar las cosas con mucha precisión. Esto se hizo para que fuera más fácil entender el origen de la ley judía y para lograr una mejor comprensión de los conceptos.
El método para el pensamiento crítico se sigue ampliamente en la educación judía tradicional.
Al principio, se le enseña al estudiante judío las habilidades básicas relacionadas con el razonamiento.
Los estudiantes aprenden cómo poner en duda la información y verdades que se les presentan en un contexto judío. Esto se hace con el fin de encontrar explicaciones alternativas que pueden servir como posibles soluciones a los problemas planteados. Un ejemplo de cómo se practica tsaf en la educación judía es cómo se enseña el derecho de divorcio a las personas que aún están casadas. Junto con la explicación de los derechos civiles se les instruye a los estudiantes en cómo determinar si una situación es o no adecuada para un fenómeno como el divorcio. Primero, se les enseña a determinar si hay una “causa justa” para el divorcio que justifique el proceso. Después de esto, motivan al estudiante a considerar lo que se conoce como meivin (motivación adicional). Esto significa que los estudiantes deben juzgar la necesidad del divorcio teniendo en cuenta todos los factores que pueden salvar o destruir el matrimonio. Esto lleva a la activación de otras habilidades de pensamiento crítico, tales como el ser objetivos, revisar el pasado y vincular cosas separadas.
Tsaf también es importante para tomar decisiones en la vida diaria y en el trabajo.
No hay una respuesta correcta o incorrecta a una pregunta, lo que significa que tendrás que evaluar todos los pros y los contras de cada situación que encuentres. Esto requiere que consideres los hechos relacionados con la situación, trabajes con las expectativas de las personas involucradas y tomes en cuenta cualquier otra información necesaria para lograr una decisión correcta.
Esto es parte fundamental del pensamiento crítico, y cuando suficiente información es reunida, se puede hacer la elección adecuada. Finalmente, el pensamiento crítico es una habilidad innata en todos nosotros, y yendo más allá del ámbito judío, nos ayuda a prepararnos tanto para los desafíos académicos como profesionales. Nos ayuda a tomar una decisión concreta mirando todos los hechos complicados y parcializar los varios aspectos. No importa lo que exista en nuestro camino, la habilidad de tsaf nos proporciona la habilidad de jugar el juego para llegar a un veredicto lógico y racional.