Un algoritmo es un conjunto bien definido de instrucciones que se pueden seguir métodos programables para llevar a cabo una acción deseada con un conjunto de datos de entrada. Los algoritmos se usan para lograr un conjunto de resultados deseados, a partir de un conjunto de entradas. Estos resultados pueden variar desde un solo resultado, hasta una serie completa de pasos y procedimientos. Los algoritmos se usan en una amplia gama de áreas, desde procesamiento de señales, funciones matemáticas, hasta métodos complejos como el aprendizaje automático y prácticas de inteligencia artificial. Se pueden encontrar en todas partes, desde sus aplicaciones más simples que nos ayudan a diagramar una ruta de un punto a otro, hasta programas más complejos, como Facebook, Twitter y Google.

Los algoritmos se usan hoy en día para muchas tareas complejas, tales como programas de procesamiento de señales, algoritmos de inteligencia artificial, comprensión de idiomas, procesamiento de imágenes, etc. Los algoritmos, así como la mayoría de los programas de computación, están construidos utilizando un patrón llamado estructura ascendente. Esto significa que los problemas se dividen en etapas o pasos sucesivos, que se van desarrollando de manera progresiva para resolver un problema. El patrón de estructura ascendente se usa para empezar con una recopilación de datos o entradas y entonces mejorarlo al crear algoritmos que lo hacen más útil.

Estos algoritmos se aseguran para que los resultados escalen de manera previsible.

En una situación parecida a esta, el algoritmo de ordenación de burbuja se usaría para clasificar los elementos por tamaño en una matriz logrando de esta manera tener un resultado ordenado.

De hecho, los algoritmos se usan para casi cualquier cosa relacionada con la informática.

Los algoritmos que se usan en la computación permiten a los ordenadores trabajar de manera más eficiente y rápida. Desde la complejidad de los algoritmos de búsqueda, métodos de aprendizaje automático y reconocimiento de patrones, hasta algoritmos más simples como los algoritmos criptográficos usados para garantizar la seguridad. Los algoritmos tienen su origen en la antigua historia babilónica con un problema de aritmética llamado sistema de Ecuaciones en un Sistema de Variables donde el matemático ahora conocido como Hammurabi, creó un algoritmo que calculaba área y precio de diferentes cantidades de granos.

Los algoritmos ha evolucionado desde entonces y actualmente siguen adaptándose para abordar un número sin precedentes de problemas.

El área continúa descubriendo nuevas maneras de mejorarlos.

La comprensión de cómo funcionan los algoritmos y cómo se pueden implementar para ampliar su uso, es una parte fundamental para poder usarlos más adecuadamente. En conclusión, los algoritmos son un conjunto de instrucciones diseñadas para llevar a cabo una acción deseada con una entrada determinada. Han sido utilizados desde antes de la era de la computación y continúan encontrando nuevas aplicaciones en el campo de la computación. Comprender su uso y su implementación nos ayudará a entender el futuro de la informática y cómo este puede helping a resolver los problemas de nuestro mundo.