Un beso francés es una forma popular de beso en la que dos personas comparten una profunda intimidad y afecto. Primeralmente, este beso implica el contacto entre las lenguas de las dos personas mientras les envían diversas señales sensuales, sentimientos de amor y emoción al mismo tiempo. El beso francés fue hecho famoso por diversas actuaciones en los medios de transmisión, programas de televisión y películas, especialmente en imágenes románticas en la madrugada. Aunque no es una actividad moderna, el beso francés fue conocido por los primeros ejemplos que datan del siglo XVIII. La teoría de que existió una variante de este tipo de beso antes de que llegara a Estados Unidos se debe a que durante el mismo periodo el beso en Francia se odiaba a causa de la epidemia de peste.

Debido a que el beso era una práctica común en el periodo medieval para demostrar el afecto y la confianza entre dos personas, el beso francés se conocía como beso original para distraerse de la terrible enfermedad.

El beso francés es mucho más que un contacto de sus lenguas.

Implica el uso de los labios, lengua, mandíbula, y hasta los dientes, para estimular a la persona con la que estás besando. Se dice que su nombre proviene de sus orígenes franceses, lo cual indica que el beso francés es una de las formas de beso más antiguas. Las técnicas utilizadas para besar francésmente pueden variar entre países, según la cultura y el contexto. En algunos países, se usa la técnica del caramelo en la que los dos besan suavemente sus lenguas entre los labios. Esta técnica implica el contacto ligeros entre sus lenguas, mientras la persona se siente estimulada por suavidad del movimiento de la lengua de su pareja.

Otra técnica es el beso trampa, también conocido como beso besuqueo.

Esta técnica implica que ambos besen uno al otro usando la parte posterior de sus lenguas, evitando la parte anterior. Esta técnica tiene la ventaja de alentar a los dos participantes a conectarse más allá de su lenguaje y permitirse tocarse más íntimamente.

Otra técnica es el beso de sirena.

Este beso logra el máximo nivel de intimidad, tanto física como emocional, entre los dos participantes. Esta técnica permite a los dos participantes sentir de forma más profunda el calor y la emoción de cada uno, permitiendo conectar sus verdaderos sentimientos el uno al otro. Cualquiera sea la técnica utilizada, el beso francés es considerado una de las formas más personales de contacto físico entre dos seres humanos. Esto se debe a que involucra contacto directo entre sus lenguas; además, el hecho de compartir una técnica apropiada para besarse permite alcanzar mayores logros sensoriales y emocionales. Por ende, es una forma muy íntima de demostrar afecto entre dos personas, lo cual la hace una de las formas de beso más demandadas debido a sus increíbles resultados.